VEGUETA. Número l . octubre 1993. 083-3961 383

A propósito de la descripción

de Chil y Naranjo sobre

Los Tilos de Moya

* Departamento de Arte, Ciudad y Territorio. Sección de Geografía

Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

E I estudio de los paisajes antrópicos del

pasado se apoya en una gran variedad

dc fucntcs de origen muy diverso que van

desde los documentos relativos al proceso de

apropiación social del espacio (deslindes repartos

de tierras, autos de usurpación. etc),

estadísticas, cartografía histórica, etc. a las

dcscripcioncs Estas últimas, son fucntcs dc

gran valor por cuanto. a pesar del grado de

subjetividad del autor, que conduce a destacar

aquello que mas le sorprende o interesa,

suelen aportar datos de relevancia. Esto es lo

que sucede con los textos que recopilamos a

continuación, especialmente con el de Chil y

Naranjo que ofrece una amplia descripción

del estado y I I W de los Tiles de Moya a fines

del siglo XIX. Su subjetividad, como se verá, es

evidente, pero no enturbia por ello su valor

documental, pues su formación le impulsa a

recoger todo aquello que desde su posición

de científico estima singular o pintoresco.

El monteverde grancanario

En la actualidad. el monteverde grancanario

se limita a pequeños enclaves muy degradados

de bosques secundarios y algunos brezales.

Sin embargo, en el pasado, esta formación

vegetal ocupó una amplia zona del Nordeste

de la isla ~ u ~ ~ r ~ p e ~YIU~M~U dY iY LdUd~ U,c, i ~ i ~id e

Caldera de Tenteniguada al Este y el Barranco

de Agaete al Oeste, y desde los 400 metros al

Nortc y los 700 al Este a los 1.200 metros de

altitiid' En situaciones climácicas, este tipo

de formación genera unas condiciones ecológicas

especiales. De un lado produce suelos

fértiles, potentes. ricos en humus, y de otro, la

gran densidad del follaje favorece la captación

del agua suspendida en el aire y produce lo

que se denomina precipitación horizontal o

de contacto que tras penetrar en el subsuelo,

rezuma en fuentes. manantiales y «madres9

Todo esto favorece la instalación de una rica y

variada fauna específica compuesta por invertebrados,

en los que es el ecosistema más rico

Mapa de localizacióii

en endemismos, aves, entre las que destacan

palomas (Colunzba bollii, Cofuinba junorziae), canarios

(Seriiius ~uviurius)p,i nzoines IFrivigilla ~velebs),

perdices (Scolopax rusticola) y otras comunes a

otros ambientes, y peces (Familia Anquiflidae).

Descripciones antiguas de la Montaña de

Doramas

Aunque durante la prehistoria3 el monteverde

grancanario fue explotado fundamentalmente

como zona de pasto y como suministrador de

maderas y frutos, puede afirmarse que llegó

prácticamente intacto hasta ei siglo X\i' moi

l l t . l i k J eii que ~ l l l ~ i d~ Sl2 1d q llt!lllddV, LdiddV

e intensamente explotado Desde estos años,

esta gran masa forestal se convirtió en un importante

foco de suministro de maderas, leña,

carbón, pastos, aceite y otros productos para

los nuevos pobladores hispanos4. En pocos

años, como consecuencia de la intensa deforestación

a que fue sometido, su extensión se

redujo considerableniente, por lo quc a fincs

del siglo XVI, se encontraba restringido al espacio

denominado Montaña de Doramas,

monte de propiedad realenga cuyo limite conocido

más antiguo hasta el momento data

de 1764, año en que el Corregidor Nicolás de

las Santas y Ariza realiza su deslinde5. Pero, a

pesar de su profundo deterioro, éste fue un

A p r o p h i t o de Id descripciói de Chi¡ y Ndrdrllo sobre ¡os Tilos de Moyd 385

paraje visitado y cantado por naturales y vialeros

a lo largo de toda su existencia, con cuyos

textos se puede intentar reconstruir su

estado En este sentido. el texto de Chil y Naranjo

que transcribimos en este artículo, junto

a otros precedentes, entre los que destacamos

los más relevantes, viene a aportar ciatos

significativos para la reconstrucción del

pasado de este singular ecosistema grancanario.

La frondosidad y abundancia dc aguas dc

la Montaña de Doramas fue motivo temprano

dc admiración por todos los que ia visitaron.

Ya a principios del siglo XVI ( 1 5 14-1 5), el Obispo

Cámara y Murga la describe como « ~ u CyPrrada

de variedad deárboles que mirándoios a lo alto casi

se pierde la visto [...l. Hay muchos arroyos y nacimieníos

d ~ ' \ r e s ~aagu~a > y &úu I o s á r b ~ lt~a<n aropado<.q u ~

el flzagorsoi rzo baja a la tierra»6 y el poeta Bartolorné

Cairasco de Figueroa7, a fines de esta misma

ceñt.ui-ia, los Cei.sos esiiitus

comedia en 1581, se refiere a ella del siguiente

mudo

Aquíde varias rnújicas

hinchan el aire los pintados pájaros.

La verde yedra estiticu

a los troncos se enreda con sus círcuios

y más y ue el yelo frígida

~ol01.h7 ~~ I I B M ~ YA<u rnwo..v M.- n ~ r n ~ "U- 15riAn~

Aquide Apolo délfico

rzo puede penetrar al rayo cálido

ni del prufitndu O L ~ U I I U

puede damnijicar vapores húniedos.

En similares términos se expresan, algunos

años más tdrde, el ingeniero Torriarii

(1592):

«(...l. tiene aguas fresquísirílas, cerros amenos, y sitios

extravios y I U L ~ V ~ioSs ~amenleh edias, y varia, tlases

de árboles en nunzero infinito, que con sus e~celsasc imas

parecen rebasar el térn~irzod e su C ~ C C I Y M I C M ~!OS; CLL~ICS

crean sombra a los pmdos, a la ycr6as y a las fucrztrcs

que allíse hallan, (..I)P

y el iraiie Hbreu Calindo iI>YU-IóUL], quien

destaca, como hiciera Cairasco, la diversidad

de aves:

«(. ) la nzás firtil arboleda que hay en estas partes, y

devuiu~haa quu; q ~ wno 1iiq urliul que >e turle,q u e d uña

VIO le halles al pie yran copia alrededor de pin~pollosn a ~ i -

dos. y de muchas y altas palmas, que de fuem da gmrz

contento a la vista

Tiene grandes frescuras, fuentes, árboles y espesura,

que estando dentro de ella, apenas je ve el sol ni cielo.

f Iay en ella gran diversidad de aves, que hacen suave y

concertada melodía con su canto»3.

Sin embargo, una de las mss bellas y com

plctas dcccripciones de la Montaña de Doramas

rs la rralimda por López de Ulloa a meciiaaos

de¡ sigio FA1 (16461, quien incorpora a

los aspectos destacados tradicionalmente la

diversidad y abundancia de aves y su uso como

lugar de recrco.

«Ella en s í t ~ n d r í ade cixuy to trts kguas, está comp

u ~ < t da~ dor víoc o i ~og ina a b i ~ n ~ a n t í ~el ~inni o~ q~irPo ~ ,

llaman las Madres d~ Moya y el otro de Firqas [..), y discurriendo

por la dicha montaña tiene dentro de síotras

ivijiviiiüs fucviies d t yriw r t ~ r t u ~ i ú vEi .h i L U Y I ~ P L I Cde~ ~ ~

muchasarboledasdif~r~ntetasn tas 1 Ibmdanuues y tan

espesos los árboles que se camina por debajo dellos sir1

ter cl cielo en mucha di s ta~c iade camino, está por los ai -

boles elvedada nzucha cantidad de yedras que la hacen

mis hermossa, es en luniu nluneru su feriilidud, que

adonde se corta un árbol pam la labor de sus edificios y

fúbritu de l~ctuíojs, alen I r c u quatro y denlm de olros

tnlztns n.Gs al! tmtn n?a!tit!!d q w cnlitgrun.xia n! CWItarlos

(..l. A estil montaila se uan muchas personas nobles

y los principales de la ysla y iuezes superiores y de

I(ld1~gPnrt-oa lfnrr d i u ~ r t im~ nyt ogo carde oque!!af rescum

y amenidad Eiqierra eil sírnuiha cantidad deabes

corno son perdises, tórtolas, palomos toreases, y tarz

grandes en tal manera que llegan a ser como una galiina.

Todos estos aiziniales scalinzerztan de la grarza y paga

de aquellos úrboles, u ansimesmo muchos conejos, 1 I

apusiénlase deniru della rnucha cantidad de ganados

mayores y inenores, pero con su riesgo por que las justicias

cok1 los dafios que Causan EYI (os árboles nueuos les

hazcn caussas y condernna~ior~es»~".

Los textos del siglo XVIII, a pesar de la intensa

detorestación sutrida por la Montaña,

que la había transformado en un monte abierto,

fragmentado, compuesto de bosquesillos de

386 Antonio Suntunii Santanu j Claudlo More110 Medlna

Barranco de la Virgen, Gran Canaria

OUrvcrsdal <le Las Panias do (,re, Canara i t o e c a Unuestsrs Memma D g a l e Caniris 2015

A propósito de la descripción de Chil v Naraiilo sobe los Tilos de Moya 387

diferentes especies de fragantes árbolesl'. aún destacan

su frondosidad. En el primer tercio del SIglo

( 17371, cl Obispo Dávila y Cárdenas resalta

la abundancia de agua que producía la densa

niasa forestal en la que señala t... el naciinieizto de

las aguas, que llaman Madresde Moya, uno, y otro diguio

de verfee»12y, en la década de los años setenta

Viera y Clavijo constata su exuberancia y la

abundancia de agua v aves

«( ..) Ésta parece su obra rnús exquisiia [la de la nuturalezal

por la diversidad y espesura de árboles robustos

siempre verdes, descollados, rectos, fértiles y frondosos.

jamás ha peneirado ei sol ei laberinto de sus ramas

ni las yedras, hibalveras y zanas se han desprendido de

sus troncos. La gran copia de aguas clams y sunzarnente

frías que en arroyos rnu- íaudalosos cortan y baiian el

terreno por diferentes parajes, especialmente en las que

dicen Madres de Moya, consenmdo un suelo sienfpre

eiztapizndo de yerbas medicinales y olorosas. El m i t o de

los pájaros y el continuado vuelo de las aves que ollíhabitan

en infinitas tropas dan un asppcto d~l i i iosoa toda

la selva (..i Hay un sitio que los paisanos llacnan la Catedral,

que a la verdad presenta una gran pina de arquitectura.

decorada de columnas, arcos y bóvedas)>li.

La desaparición de la Montaña

I ) P ~ eP1 deslinde d e Nicolás de las Santas y

Ariza, el reducido espacio i n c l u i d o en este

monte público es progresivamente privatiza-

A,. ., +-,..."c ---- A,. -- &: -1- 1-1 F-Luv

y iiniiarviiiiauv i i i ~ i r i i a 3u r iauui . LJLC

proceso concluye en el primer tercio del siglo

XIX en el que la vegetación original prácticamente

desaparece, a excepción de algunos

enclaves relictuales. ante la expansión de las

tierras agrícolas En su mayor parte, las tierras

de Doramas pasan a propiedad del General

Morales y del Brigadier Delgado, quienes entre

amhm, concentran más de 1300 fanegadas

Morales obtiene, en 183 1 , 902 fanegadas,

4 celemines y 4 séptimos en pago de la <(mitad

de UYIc rgdito que tiene ú s u f i i ~ a pr or d d o , d evenyudu,

y anticipamvie~ lze~has en la1 rede, C~ild, de u h -

ninr»l4. que se dividían en dos lotes uno de

129 fanegadas en la ladera noroeste del Lomo

del Peñón y otro de 823 fanegadas, 4 celemines

y 4 séptimos situados entre el pueblo de

Moya y el Tablero, limitado por los barrancos

de Azuaje y El Laurel. y Delgado obtiene, en

1832,463 fanegadas, divididas a qu vez en dos

lotes: uno de 437 fanegadas en El Palmita1 de

Guía v otro de 26 fanegadas y 7 celemines en

la Hoya de los Tártagos. en hloya15

Sin embargo, l a gcncrnlización d c la agri

cultura no supuso la deforestación total de este

espdcio, pues, aunque fragmentada y relegada

a pequeños enclaves, la vegetacion natural

aún mantenía en este siglo su exuberancia.

Aunque ya en estos momentos el matorral domina

el paisaje vegetal. todavía se conservan

enclaves arbóreos donde se refugian la vegetación

y la fauna. tal y como constata V e r n ~ a i i ,

a finales del siglo ( 1876- 18871, cuando describe

el estado general de la zona

«Por estos lugares solarviente se ven bosques de laureles

(Laurus nobilisj, terebintos, álamos pertenecientes

a diwrsas P S ~ P C ~ P yS ,d h a j o d~ esos grandes arboles. helechos,

siernprevivas, tinerarias, etc. La: montaMas están

cubiertas por completo de una especie de retarna el

Spartium canariense ramosissiinun, que alcanza una

allura iir Ires ~ n e i r ~y sse utiliza lomo ~ombusliblep ara

calentar las uiumerosas calemj de las cercanías. Una in-

);nidad de pqnros e insectos animan el paijaje. En las

piedras, bajo el rnurgo, una gran cantidad de conchas y

ai?inzaIes de todas clases puede^ desafiar el ardor del sol

L/i nisiv~ü¿ iiadr~sic ~ j l t s e ~ ~M iLuU ~ Up inu p r o i u

pcart~d e ia isla Cuando se atmviesu el barra~icop am llegara

Moya y sesube másarriba, a la montaña de Doramas.

a Teror y a Uillescto, el paisaje cambia poco. Ei

ay un chorrea por todas partes y corre todo el aMo poresos

D~irrai~toprso fundo,. De ew r e g i h sale el agua gaseosa

concida COM el nonzbre de agua agria, lo ~nismoq ut2 P /

ugua lermul de Azuaje, y las aguas calcáreas que cubre

los objetos de una costni, como 10 hacen Las fiiente~d e

Saint-Allyre. Porenci~zad e Firgas brota un agua excelente,

que sde de una roLu muy dura por Ires agujeros

prqueños parecidos a los que haría una gruesa barrena

El ~ l imude e1ia5 localidades es menos cálido que el

de los sitios secos y cuando sesube un poco seencuentran

las plantas de las regiones del nortede Europa. La nzontaiia

de Doraunases con l u s t i ~ i afw no,u desdeede p u i ~ i o

A pioposito de la dt?scripcion de Chii y Narsnlo sobre los Tilos de hlova --

de vijlri Allíseenc~ientrant odos los Ií~boiecfr utales d~

Fraviria, al niisrim tiempo que Ins azahs, rodvd~ndro~,

etc Evi uuiedrodeestn her-nzosa mturialtm vireian bandadas

dccailarios sabaje~q. u e ~ r : ~@~ s i [dOeSvr n~ás~ bno nitos

'1 uqioic T O M ~ ~ W S Ig idon10

En estos relictos erdn frecuentes los tiles,

barbusanos, viñatjgos, hayas, acevifios e hijas,

y en eíI05 súlü se peimitía la corta de brezos,

poleos, tollaos y otros matns De todos eslos

lugares. el que se mantuvo rneior coriservado

fue el de L.os Tilos de Moya o Madres de Moya.

Durante los años treinta del siglo XIX, esta

tinca, de sólo 2 ó 3 fanegadas de extensr(k,

aún debía consemar su relativo buen estado, a

pesar de los: coi-tes periódicos. Aqui, las actriarinnci

dcl Gcnrrni F\hor,?l~sl ~v a n t n ns iicpsivas

proteshs de lo> vecinos de Arucas y Moya,

hasta el punto que el mismo general, en

carta dirigida al Gobernador Civil en 1834, se

ve obligado a contestar a )as a c i~c a c i o n cds el

Ay~int smi entod e Awc a s , insistierldv en que

en 7u c u i d a d o ha p ~ s t <o<MO L(M ~ ~ d r a n e rSoMO, a

Lcn kornbrac~crio~oqwqanuan a renta ~inlcalp,l r ql id vi-

VLI dIí con so10 esilusivo objeto de limpial: planior y

prohibir qirr eiqlre lodo clase de minides, incluidos los

dt n11 h~aíiendm '.

La descripción de Chil y Naranjo

.4ún a finales del siglo Las Madres de Moya

destacaban por sil conservación y abundancia

d e tiles. CM y Saraiiiu. con motivo de una excurs16n

efcctiiada cn cl aiio 1871, realiza una

beiid aescripcióii de este l ~ d r d i eik i~iuidda l ci

rnanriscrito de sus d3ti1dios Históricos, Climatológicos

y Paleon~ológicosd e las Islas Canarias)~

q,r ic se c-on.;erva cn el Archivo del Museo

Canario que transcribimos parcialniente a continuación

por su valor científico y literario.

«Drterminose Iiucer urza mq ~ d a d ay hego lu con+

da ti?l os Tilos. Desde In rjjptr~s?e prepmrorl acueductos

~oil grarzdes tablas pura da? otva dlrecciioi.1 á las

ugu~15 dejar /OS L ~ I I ~ Z Oj iSn ylieentre nueva dqu# paM

pmdtr/os ctirbasbar~ar'L~a S~"Gorac'~on. el gusto que

~ i e wpu ra e m e scur>ionrsy d i e i~d uqu e út.xir que hug

nnci d e m s P S ~ ~ ~ I C t~od~osM 10Ps S11 ~'ci~Vo~Lj' ML'Má pasar

- Límite de la Montana de Doramas según el

deslinde de N. de las Santas y Aflza 1s. XVIIII.

- - - 1 - 1~ 1 - J., - u,>,iicu c da uaicr u n gcr-rer, o-1i r%v" i v i o r5 -r. ; r .

Relictos de Laurisilva.

e Brezales

Formadon degradada de Laurisilva.

Yüi-ianco. Ir d

Auitonio Santana Santana // Claudio Moreno Mcdina

un dia de diversion, preparó las provisiones erf estraordinaria

cantidad como si fuese un rejimiento que iba a

campana Efectivamente despues de ofr mlsa en su oratorio,

pues tuvo efecto el Domingo l'' de Octubre de

i 87 1, y tomar un suculento y bien provisto almuerzo, la

numerosa carabana se puso en marcha, armados degarrotes

unos para mejor trepar y otros de las prevenciones

d f h roía piipc tawibien arowipaiinha el(j.267) gvnn MIL

mero de perros,.. Separadas las aguas de su cause y aislados

los charcos se les echa cal, pero principalmente lo

que produce mas efecto son las tabaibas. de ~ u y oup ~rudon

se encargó un laí Domingo Bartolomé, (el guarda),

de los Tilos hombre que jamas puede estar tranquilo y

notable por su ajilidad para trepav, asi es tan pronto lo

viamos en la cúspide de aquellos inmensos riscos procurándose

las tabaibas. coino iba á casa á traer cualquier

objeto que se le mandubu ú bus~uvA l poco iiempo las

anguilas se presentan borrachas en la superficie y por los

bordes del charco, un silencio coi~pletore ina entonces en

todos y entrando las manos por debajo se les arroja fuera

del agua pues es tanto lo que resbalan que es imposible

poderias tener en las manos: cada vez que sacaban una

es indescriptible el efecto producido y á este ejercicio se

entregabaiz los que podian L. 1 Desde el fondo del burranco

veiamos venir; por la cúspide de los riscos, las mujeres,

hombres y niños que desdf inuy t~mprannh abian

ida ú oir la misa al puebla, 11 bajaban subian, de un

modo que mas bien parecian aves que otra cosa. por los

precipi~iosy eslo en ellos era tan nat~trucl onzo que con la

w y o r I,n.?!fnrmsin cr p ~ i c an2 !a pc:nta dr uxo dc esos

espolones quefornzan los riscos y de aquella iizrnensa altura

tomaban parte en nuestra diversion. Llegada la hora

de la comida, la que (f 268) tenia efecto eiz los Tilos, se

puso en marcha la caravana; unos trepaban por lo inas

escarpado corno acontecia á nuestro buen francés y á

t'eri~ando Delgado que como buen Capitan de artilleria

disponede una ~onstitucionp riviiejiada, pero el Cura el

Licenciado Delgado y yo. imposibilitados d~ hareraqu~l

camino, dabamos grandes rodeos lo que hacia reirá toda

aquella gente de buen humoral ver las precauciones que

tomabamos para afianzarnos eui aquel suelo tan quebrado

y tan lleno de pintorescas vistas como de inmensos

pr~cipicios Habiendo tenido efecto la anguilada en los

Majanos teniamos que andar uii gran trecho; sin embargo

llegantos á las cinco de la tarde y al dar una vuelta

nos encontra~~eons la entrada de los Tilos. El primero á

c~cyop iS tuvivitos que pasur y donde se huila situada la

casa del guarda, es de una altura estraordinaria y como

viejo centinela avanzada manifiesta en su tronco y en su

porte de veterano haber sido testigo de los mas remotos

acontecimientos: está allícomo suplLando á las generaciones

futuras conserven aquel peduso de bosque sin

ejewipfar para que formen una idea de lo1 Campos Eliseos

de los antiguos. Todo el quecorte uno de aquellos vejetales

comete sin duda un crimen de lesa vejetacion y

~uundlim r wiuniJu~faríienl empeño que tenia aquella

gente de cortar aquel arbol porquese desprendió un gajo

y cayó al lado de la casa meparecia izo hablará un hombre

sino á una fiera. Felizmente la Senora ni a m que se

limpien; mas aun, el gajo que cae no permiten que lo toquen:

tal es la ven~racionq ue tiene á aquellos árboles _u

quiera el cielo que las generaciones sucesivas tengan para

con aquella rejion las mismas consideraciones. Al penetrar

bajo de sus espesos foliajcs y de una altura colosal

se notan aquellos robustos troncos que miden algunos

hasta doce varas de circunferencia. Con un éstasis de satisfaction

y de bienestar recorri uyueiios preciosos urboles

la mayor parte llenos de fechas y nombres de isleños,

nacionales y estranjeros que han visitado aquella deliciosa

mansion. tlallé señales de recuerdos sumamente

antiyuos que hoy no se pueden de~cifrary algunas fechas

mas mod~rnasc omo del año de 1662. otras de

i 748,o tras de I 7 7 3 y d ~ p s a@ oca acá los troncos Pstan

cubiertos de gratos recuerdos Las cúspides deesos árboinr

vi"" Inr niinr nrtn," rnrnr m,,,,< In <ni,;,, m,, 11""" n !nr

'"2, Y"' ,Y., I I I I Y i > , C > l l l , l ,LYYL, y Y L C i I ,VI i I Y I Y L W TI" LLCYW M .m,

ultimas ramificaciones y estan llenas de una vejetacion

especifica, el helecho, la calahuela y otro mus pero eso no

impide que de sus troncos haya salido otro tan robusto,

tan vigoroso ( f 269) y tarz estraordinariocomoel primitivo.

Vimos la famosa parte denominada la Catedral en

gran parte destruida por el temporal del año i 826.

Recorriendolos con detenimiento nos acercamos al

punto dondp la S ~ i i ~ rohaw qiriaba esplendidarnente á

todos los que salimos de su casa y á la multitud queje

habia agregado, pues desde que tienen noticia de que se

hace una espedicion la t o ~ a cno mo fiesta popular y todos

concurren. En esa espedicion todo es especial y tiene

un colorido local que satisface.(..) Ko permite nada que

no sea especial: así hermosas y estensas esteras cubrian

el suelo bajo aquellos estraordinarios árboles, una porA

propósito de la descripción de Chil 4 Naranjo sobre los Tilos de hloya 39 1

cien de inmensos calderos que por un lado preparan el

esquisito puchero denomiizado de 105 Tiloj, grandes LUzuelas

donde se cuece la famosa sopa de&rrizal, y por

otros lados numerosas hogueras preparando las gallinas

y pollos asados en asadores de inadems aromaticas, ritos

vinos del pais y aquellas aguas tan frescas como cristalinas

que invitubu el apetito. Va sin decir que las anguilas

formaban parte de aquel festin.

'Todo ya pronto se toca a llamada; los disperso se

reunen. se sientan en el suelo. cubiertos de palo, el vino M

las aguas se toman en escudillasdemadera y algun vaso

que suele deslizarse por algun nzayordomo que le trae y

iOIi;iM de ;a volliiiiMd de [a seriuiii, la piiej;M

una pequeña banca sirveá todos y con adnzirable destreza

hecha inano á su cuchillo de la costa de Lairaga y Iasquea

con precision todo lo que tae bajo su mano y sirveá

todos con (f.2701 aquella franqueza que le es propia La

segunda mesa fué un verdadero rejimiento; las corridas

de vino, las sopas de Carrizal. el rico puchero de los Tilos,

asados variados y aquellos estraordinarios gánigos de

yn.,n,..f,i n yn.v.n, "rf,i"i.r"in. "i". t.~,r.l n," ,l .l.t. n ~ l t nn onovnl ~ .,...,-, \...,

Allípordo quier rompe el agua mas deliciosa bajo el

tronco de aquellos robustos arboles; ademas las grandes

pozetas de agua fresca y cristalina (...)

Al anochecer la inmensa caravana levantó sus reales

y llegamos á la casa despues de un dia de satisfaccion.

Nada mas impresionante que pasar de noche bajo

aquellos Tilos: yo lo verifiqué una tarde al oscurecer y

nada hau aue sobre(oia mas el esuiritu u aue se preste

mejor á esos cuentoj juntasticos que Hoffwlan nos ha escrito

con tanta valentia; en medio de la oscuridad que

abulta la imajinacioi?, los inniensos riscos que rodean el

ruido que producerz las aguas, las numerosa lechuzas

que revolotean en aquellos rautiajes atacando d las aves

que auermen y el chiiiido de los rarones que agarran, el

ruido que producen las ramas ajitadas por el viento, todo

esto produce tal efecto en los habitunles que no pusun de

noche por aquel punto. ,4lIí, seg~tne llos, tienen lugar los

bailes de las brujas, se cometen hechizos y está lleno de

encantamientos. Todos aquellos habitantes. y hasta los

ho~zbresm asfornzales, cuentan con la mejor buena fé y

crédito qlte allí se halla u n ~ o f r en terrado que en~ierra

do; ejYiidaj hail de ir á

buscarlos dos coinpadres, se batirarz y uno ha de moriu; y

porejo rzo le sacan pues es tal el respeto que se tienen los

conipadres que entre ellos jamas puede haber una rnala

u ~ ~ i soinn q uesea rnal mirada por todos.

En la MontaMa de Doramas, en las descamisadas,

deshojadas, hiladas y bailes que se dan en donde salen á

relucir esos grandes coplevos y rovnanceros que se conservan

aun, se suelen formar grandes ranchos de cantadores

que recorren la cornarca j f 27 1) pidiendo para las

fiestas de los Santos y entonces es donde desplegan su

Musa que ciertanzente es la verdadera poesia por manifestarse

alli los mas tiernos sentimientos sin guardar

esas fornzas que limitan al espiritu y no permite la espansion.

r L - r : L. J- ! l . - - 1- J. J

L ~ K L L I V L ~ W I U L I CL L ~ U I I U Uu ryu I M C ~ L UM C LU> U C X I I -

yaiios, cuando delante de nuestra vista han pasado

grandes acontecimientos. cuando hemos sido testigos

orulares del encum bramien to de unos hombres que descienden

despues á los abismos, cuando hemos visto estraordinarias

jortunas desaparecer y las familias en la

indigencia, para todo esto nada suavisa mas que el espectáculo

de la gran naturaleza. Hay un punto en la

.h.i.l nwtnI?n n",i"l o." A ownminiwó o/ Roriiavrfn nnv n n tomov wnw- " . . . . . . u L. . ..,. "." " .,... . ..I...

bre propio y donde todos los días me dirijia despues de

haber atravesado los deliciosos sitios de la Sorpresa. Es

allídonde con mis cuarenta años recorria la historia de

mi vidu y por consiguienie la de iodo hombre, y cieriamente

nada s~iavisam as el espiritu y da mas tonicidad

al orguninzo como aquella admirable mancion: allísentadoul

piéde u n ~ o r p ~ l e nltauu rel se destacaba á mi vista

el mas sublime panorama. Desdeaeuella altura, esoecie

de inmensa tribuna ií los lados se desplegaba la mas

exube~anteve jetacion, á nlis p l a ~ t a sd escendia paulatinamente

un terreno perfectamente cultivado, á lo lejos

dcscubria los célcbrts tilos y grandes rocas escarpadas,

en frente las llanuras de Santa Cristina, luego el mar el

que aigunas veces se prescniawa corno una cinia azui

que separaba la isla de la de tenerife destacandose el celebre

Teide, ya se apure~iuizv aporosas nubes que se levuntaban

paulatinamente y como un inmenso manto venia

á pasar por encima de iwi cabeza; otms veces éstas se enredaban

eri 105 árboles y entoncesel paisaje~ambiabu de

aspecto; allíun aire tan puro y vivijicador: la transparen-

L ~ Ude la ulnzosJeru, 11i ~alidadd e la vejelacion y la pureza

J.. l.< nI,.nc 6 - 1 A-pn.. l..c ..LA..- ..-+ ..,.- 1"- - . . . - . . . . L . .

!AL 1u'i blyuu>, L!AlC> XJll LU> t J t L L ! J > ILMLUI!ALt> Y U C >e IIULUIL.

Reclinado al pié de nzi arbol contemplaba aquella hermosa

naturaleza y sentia no ser poeta para espresar la

192

grata impresion que me causaba e/ canto de 10s numerosos

y variados pájaros que puJufai1 por aquellos deficiosos

b o s q u ~ s~ sp~riaIl"rlenCtta2n arios, el ruido que la brisa

hacia en su choque con los arboles, el de los M U I ~ ~ Y O ~ O S

q ~ i n a dmd e O L ~ ~ Üq Sw con S U S S U H ~ ~ UuSJ ncerrl>jU, U -

inentaban la arrnonia, el n~uwnuriod e iasaguasque por

allícorrian, el cilnto de los pastores que armados de un

inmenso cayada saltaban coríio gamos y luego sacaban

d e s u ~ i n t u r aya IaJauta decaña ya u n pito ya un capiedo6

iinvoluntarianzo~tcn ie arrast~aha( f.272) á niis recuerdos

de niño; í ..1».20

El texto de Chil es uri reflejo del espíritu

,,,;,t;,, ;,,,,,,t, ,, ",, A,,,, I.1 rnl",,

1 " , > 1 U " L , L \ , " " p L , U " L < - L." 7" Lt,CA<' '1LC"C"

espacial, Los Tilos, se presenta como un lugar

bucólico, de frondosa vegetación. donde el

agua discurre produciendo su sonido característico

o se ainarisa en charcos. La leyerida del

cofre enterrado y el evocador recuerdo de los

anos pdsados no hacen sino reforzar el ambiente

mágico del lugar. En la fiesta destacan

los ~Iemclntns típicos, el ~jtillaje, compluestn

de cubiertos y escudillas de rriddera, gánigos

cuchillos de Lairaga, la comida integrada por

sopa del Car r izal, pucliero de Lus Tilus, di igulas

recién pescadas, gallinas y pollos, vino y

gofio, y las coplas y romances propias de las

reuniones populares. Pero además de sus valores

literario y etnográfiro, r1 texto tiene una

indudable importancia geográfica La alusión

a las anguilas, resulta de gran interés y aporta

un dato novedoso sobre el estado de Los Ti-

Ins a fines del siglo XIX. Viera y Clavijo constata.

un siglo antes, la existencia de estos peces

y señala que se criaban c.. con abundanciu en los

urruyo>p erenne,, e,iunque> y ~ h u r ~ÚoU>~ L Ld'e~ n uesiras

islas ..»". Su presencia evidencia el abundante

caudal que aún conservan los barrancos de la

isla en este siglo pues. para ascender desde la

costa. las anguilas precisan de un aporte permanente

de agua. Madoz, a mediados del siglo

XIX (1845-1850) recoge más de treinta y

dos barrancos que, (sin ser rios corren lodo el

Mc o s 2 2 , loq üe a la descripción de ~ h id[a

una idea de la abundancia de agua de la Isla.

Sin embargo, en pocos años, la profunda de-

Antonio S a n t a ~ aS a ~ t ü n a/ Ciaudio Moreuo Medino

forestacion se traduce en un brusco descenso

de la capacidad de captación de agua y una

rápida disminución del nivel freático. pues en

torno a 1844 se constata la dececacion de

iiids cle 200 i~~di~diilid(lBeIsIL U 1989 d )

A partir de estos momentos paralelamente

al proceso de desertización, comienza a verificarse

por científicos que visitan estr enclave

y otros restos de monteverde la extinción

dc varias cspccics como la dc la paloma. registrada

por última vez por Bannerman, en

1888, en Osorio (Teror) Desde estos momen-

+,, .. h,,+, l., A&,,A, A, 1,- ,G,, ,,L,,+, A-1

L I i , y i L i , L r i iri L i \ L r i , i L ,,\ i\i, c i i i L i 3 \,, i L < ,,ir, L.<,

presente siglo, los restos del monte~erdev an

disminuyendo progresivamente ante la constante

presion antrópica. Sin embargo, a partir

de esta última [echa, el abaridorio agrícola y la

política proteccionista de las autoridades están

favoreciendo la recuperación de estos relictos.

No obstante, la antigua exuberancia

c!estxx!a en loc. textos se ha perdido y los relictos

exislenles se lirriitari a pequeñas coniunidades

secundarias en las que se pueden

disliiiguir Lres Idcies:

Las formaciones más climácicas de Pruno-

Laurttalia Éstas ocupan los cauces y laderas de

los principales barrancos desde los 450 a los

1000 metros De ellas destacan los relictos del

Barranco del Andén en Valsendero y el de los

Tilos de Moya, incluido este último dentro de la

reserva de Los Tilos". En este lugar se desarrolla

una formación secundaria de laurisilvd coi1

un recubrimiento total del estrato arbóreo. Ocotea

foetens. Laurux aíonca, Myrica joya e llex canariensis

sor1 ¡as especies más abundanres, sienao

más escasas Picconicñ exceka, Viburnum rigidum y

E r i ~ uu r b om Lo5 estratos arbustivo y sutiarbustivo,

con un recubrimiento escaso están dominados

por Viburnuin rigidu~ie. specialmente en

las vertientes de umbría, Tdivie canariensis Sonchus

corigestus. Apollonias burbujana están presentes

jurito a Ids especies yd citadds, rnieritrds que eri

l.." 1-..-^1--. . ..L:^"e..^ i i...-...: :-

ius uuiucs y LUI iaa auici L a > , i i y p ! r l L u r v i L u r i u f IEII)L>

y Teline canariensis constatan el nivel de degradación

de la formación. El estrato herbáceo se ca-

OUrvcrsdal cle Las Panias do (,re, Canara i t o e c a Unuestsrs Memma D g a l e Caniris 2015

racteriza además de por la presencia de brinzales

de especies arbóreas iViburnurn rigiduríi Laurus

azorica y Enca arborea) por Canarina canarimsi.;

,4splenium adia~ztumn igrunz, Senecio uabbii y Di¿ic~iii-

. .

t X ! X CdVldYXXSi5.

Las formacioncs degradadas de laurisilva.

Se localizan en pequeños enclaves poco aptos

para ¡a agricultura, en ia cresta de iomos, eri terrenos

estériles o en los barranquillos interiores

de los interfluvios. El Chupadero, las laderas

del Barranco de la Virgen, Barranco Oscuro

iSuárez, 1982), y los barrancos de Navarro. Crespo

y los luncos. en la cabecera del Barranco de

la Virgen (Pérez-Chacón, et al, 1984) constituyen

sectores donde se desarrollan estas formaciones.

Además, algunos restos aislados se dispersan

por toda su área primitiva, en laderas y

tabucos, situados entre Utiaca, Montaña de

Doramas y Cuevas de Bohodén (klontelongo,

et al., 1984). La dominancia de los estratos ar-

Mreo, compuesto por Myrica faya. V 1 6 u r n u ~

duwi y Erka arborea, y herbáceo cardcterizan la fisonomía

de la formación

I .os brezales Constituyen la unidad globalmente

mejor repartida por la Montaña. Se encucntran

desde la cota 500, mezclados con jara-

!es y granadillos, hasta los 1000 metios ein el

NOTAS

1 Su existencia e ~ t áas ociada a la fachada de barlovento,

en la zcna de contacto del mar de nubes con

el relieve insular Ln estado natuial se caracteiiza por

sci ut~di u t ~ . ~ d>~ivi~úitp~~ e\erUpeiu tiespecíiicd, cerrada.

terrnófila y umhrófila Coistitiiye iin hoiqiie

ion un estrato arbóreo, integrado por una 18 especics

~ U ~C~ i e d csunx >erar los 30 metros de porte

irnedia de 10-20 rretros) y un estrato s~barbustivo,

]pobre El suelo aparece íntegra~cntere abierto por

una gruesd cdpa de rridterid orgdnic,i eri desiornposicion,

liquenes, bongos y musgos. que aportan importantes

nutrientes Produce trutcs comestibles

tanto para Id Iduna Iviñdligo, 111 y Idu;el~c, oriio pdrd

el hornhrc (rnnc5n y rnndroñoi

Oiotin : n ~ t e n~~t i lyi Perm indita (.wi,átigo) son las especies

más higrofilas y urnbrofilas del esxato arboreo.

Antonio Santaiza Santana / Claudio hloreno Medina

Barranco del Andén. El brezal del Palmita1 de

Guía. que se extiende por el cauce del Barranco

l l i . ('herino, es el vestigio más representativo de

estd tcirinación. Se encuentra dominado en cl

cs:ra:o iiii.ioli.ieiisis,

Laurus azorica, Myrica faya y Erica arborea.

En los últirrios diez años. todos estos enclaves

tiari experimentado. en términos generales,

una meloría y a ellos se han añadido otros nuevos.

La rápida recuperación de estas comunidades

hacen de la Montaña de Doramas un

área con una elevada capacidad de recuperación

de la veg~tx-iónc nmpatihle cm el actual

desarrollo de la medianía subhúmeda yrancanaria,

caracterizado por la dispersion del caserío.

Por ello, una política eficaz de i-eforeítacit~ri

de este espacio debe potenciar la recuperación

de estos enclaves mediante acciones encaminadas

a favorecer su expansión y diversificar su

composición florística mediante repoblaciones,

en un marco general de expansión de la urbanización.

con la que debe compatibilizarse

AGRADECIMIENTOS

Queremos agredcccr aquí la colaboración prcstada

por D Antonio Delgado y el Museo Canario que fdiilitdrm

Id redlizdcion de este trabalo

ocupando los fondos de los barrancos Lnirrirs nzorita

(laurel1 v Apolloiiia barb~(jana(b arb~yanosio n. pcr el

contrario ni& xéricas y agresvdb y wportdii hil~dciuries

i r i d h i s U¡e> pdrd otras espccles, sicndo ccmiineq

en el fayal-hre7al En situaciones de borde y

zonas abiertas abl~ndanll ex tanariensis iacebinoi, Picioniu

mc~11a lwalolrlancoi Prdiw /usituitica (hija1 !I Vi\-

nen motanerci irnocáni En el cortaíto con el bosyuc

terrnófilo son rnrnunei Hihcrdrnin ~xiciw (ariernol y

P1eiov~eri~:anarienji(sr narrruláni Er el estrato arb~st i -

vo destacan. en zonas húmedas y unbrótilas Viblirurri

rigidurli (iollaol. Bystropognn i-awvnse poleo de

rriorite y Geinouninili arboren (estrelladela), riientras

quc cn situaciorcs más terrnótilas xéricas lo hacen

Ma$enus ciitiuriensis iperalillo), Benioniia cairhia (Pimpinela

arbóreai. H!4pcuiciiin gln~du11)~umih ipericol.

A propósito de la descripción dc Chil y Naranlo sobre los Tilos de Moya 395

Hgpericuw gmrzdifoliuni (maljurado). lsoplzxis ~haicaniiia

(cresta de gallo), Ixanthus viscosus (reina monte) y Sideritis

canariens;~(d idtiurra) El1 el eSLidL0 Iitrbáceü, dominan

Wmdwardia radicans. Dryopteris oligodoniin, Scrophuiaria.

talliuiztho (hierha de riimhre) Dnvalia iaurnri~nsis

4eoriium y Aiihrysori dibersos Entrc las cspccies

ruoicolas destaca? Ec l i id~cd ithyrsu~n( talinaste azul),

Aeorziutn iJirgrneurn (góngarz y 5crnphulann callianfha

(hierba de mmhrr) Las lianas y bejucos están reprex

n t i d o s por Cm~clrn. itdrogyria igiralbcrul, Caizariiia ca

narieuis~s (bicácaro), Coliulcult~s ianariensis (corregue-

16111, Rubus bolle! Izarzal, y otras

2 La toponir~ia recoge algunos lugares donde su

afllIellc¡d eld 5lg1l l~l id~it~ddlr.5 CVl l lO Bdr 'al lc~d e

las Madres de Moya, Las Madres de Firgas, Las Madrecilla~

H. oya de la Fuente, El Chorrito, y otros

3 ~pruxiirldudirieiilede sde el sigiu i d C iid3id t i ~ ~ i u

XIV d C

4 L; isla se incorpora a la Corona de Castil a en 1483

5 Archivo Histórico Provinciai de Las Palmas. Sala de

la Real Audiencia Dcc S,g 1-2.421 Deslinde de la

MontaÍia ce Doramas por U Nicolás de las santas y

Ariza. corregidor de esta isla Año 1764

6 CAMARAMY1 IRC.P. I hlY >incdalrs del Obispo Murga

Arc~ivod el Museo Canario Las Palmas dc Gran Ca

nana

7 Tomadn de \!IER~v C~oi i ! ci.~ r e p h!O 82 Noticiii. de

13 Historia General de las Islas Canarias, p 203. Gaya

Ediciones

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VIRA Y CL~\LIIO1 , a 1982 207

Copia del protocolo de escritura de 25 de luiic de

183 1 propiedad de D Antonici Delgado Escofet

Copia del testamento cel Sr Brigadier Delgado y

González de 26 de julo de 1865, prooiedad de

D Aiiluiiiu Delgddu Esidel

VCRNC~U1,9 92 Ciizco años de cstaiicia en Las lsilns Canarias

JADL. La Orotava, Teqerife pp 166- 167

Archivo h\/lusedC diidliU DCIIU~IIVII~U> S V ~ ) ~FCI~ IIL~ZCU

lbmás Morales Afonso Sig 1-F-6 Documentos del Archive

de Irdias (Morales Padrón Frariciscol Cartas

Embdrba,car Técnica de pesca conocida y practicadd

por las t i d b i l d i l l~d~~ Id> IJISJ~ uti~istenteci'i aturdir

los peces con dlgún producto tóxico

La Señora a qJe hace alusión el texto es María Ana

Morales, hila del General Morales y eymsa de Fernando

Delgado Tqta iiniOn matrimonial concentra

en una scla familia una superficie superior a 4000

fanegadas

ArchiLrc del Museo Canario CHIL NARXNIO G <Estudios

Climatológicos dc las Islas Canariasa blss

1 -11-A- 1 Folios 266 a 273

V E R ~ CYI. ~\JIIOl,. 1982 Diccionario de Historia Natural de

las islas Cnilavios Excmo Cabildo Insular de Gran Calldlid

h'iddrld E> 4;

Guir~igiiacaS. alto del Castellano (Las goteras) lin&

mar, Tenteniguada Gando. Canical en krinaga. Temisas,

Aniurga (Barranco l londoi, Ayacata, Teleda 4i

guineguin, Chamoriscai. Las Iialrnitas, La Negra,

Puerto Rirv, Taiirn Taiirito, hlogán. Veneguera Tasar-

L~ ---L.... 7 - "1.1.- A . . L - l - : - Te--?,..-<- hTL,-LLC.

1d1d) LI-LI, ~n miiicn. ni inirlu 1, i i i i i i i i ni i i u i i i ir

de Tima, Agaete otro de origen en Doramas (Azualel.

Moya, 'leror, ian Lovenzo, Luayadeque, Las Vacas

y otros niichos más ~ M A DP~ 1Z9 86 Diciioviari~G eográfiio-

E'tiiaístito-Histbrico de Espuna y sus ooscsiones de

ultramar Vallacolid. p 60)

El Cabildo de Gran Canaria, mediante una política

destinada a la adquisioii de ~rropiedadesc. ompra. a

p3rtir de finales de la dicaca de los sesenta (1969).

una serie de rincas en el sector de la Montdild de

norama? rntrp la? niie I ~ C I I I ~laP rnmnrada a los

herederos del arquitecto D Fernando Delgado de lo

que 1-uy e i Jíd e5 Id rtsc'rva de LOS Tilos en 1972

Se cxrpran 26 fincas La Finca 233 se adquiere el 23

de mayo de 1972 timc 23 500 rnL y riieqta en csc entonces

172 700 ptas I Mediante tin Acuerdo de 27 de

octlibre de 1971 y de Y de mayo de 1972 se crea el

Parque Insular Los Tilos

A finales de 1982 a instancia de un informe dcl lardín

BotSnico ~Vicray Cluvilo> ;obre 15 finca de Los

T los. en el qac se advierte de la existencia dc tind

serie de plagas y enfermedades en los árboles y la

conveniericia dc realizar entresacas, se inician lo trámites

para cerrar el sector y acometer las acciones

pcrtincntcs para IJ nielora v protección del mismo,

lo que ocurre a principias de 1985

A partir de 1087 y s raíz de la aprobación de la Ley

de Espacios Naturales de Canarias. Los Tilos pasan

a ser un espacio incluido dertro del Parque Uatural

de Doramas En la acxalidad a través de un Consorcio

(que sólo se realiza en zonas destinadas a repoblacii5ii

fc'iestal foizoza! entre el Excmu Cab Ido Ins

~ l a dr e Gran Canaria v el ICON.4, hoy Medio Ambierte,

de una duración dc cincuenta años a partir

actitud pasiva en cuanto a su qestión, y el segundo

.e encarga de realizar las tareas de mantenimiento

y corscrvacion del mismo, iievando a cabo hasta

nuestros días varias rewcblaciones

A~ ~ t o nSi oa n t a n a Santaria ,/ CIa~tdioM oreno Medinil

-

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