VEGUET.4, Número 6, 2001-2002 303

Santiago de LUXÁN MELÉNDEZ, Sergio SOLBES y Juan José 1 AFORET (edts.): El i ~ c s -

codo del tabaco cn ErpnWo dtivarlte rl siglo XVIII. Fiscalidud y corisirrrro. Fundación Altadis,

Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Real Sociedad Fkonómica de Amigos del

País de Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria, 2000. 311 págs. ISBN 84-95286-72-6.

La liisturia eco~iómicae, n cuanto al ámbito y manejo dc su estudio, tiene fundamentalmente

dos mod»s de rrpresarse. De una parte, como historia económica general (el

ejemplo que me viene a la nienioria es el Vicens Vives) y, de otra, como aiialisis específico

sobre aspectos concretos de la realidad social. Tal es el caso de la obra que referenciamos.

Por siipuesto, cualquier discusión subre cucíl de las dos sea más importante nos condiice

a una absoluta pérdida de tiempo. Porque, dicho en dos palabras, se necesitan.

Por eso, iricliisu trabajos tan acotados como este libro, pueden coiivertirse en buenas

herramientas para profiindizar y mejor ordenar el saber econ6mico general. No obstante,

se deben cumplir determiridvs requerimientos. En primer lugar, que no sc limitcn a

una erudita acumulación de liecl-ios, a una mcra labor acumulativa de "traperismo" inútil.

En segundo lusar, que los trabajos se vayan coordinando e incorporando a la poderosa

red tehrica de la ciencia económica. Y, por último, que se vayan contrastando v comparando

curi los otros irabajos que se produzcan en e1 campo dc estudio de que se trate.

Y! presente t~.?hsjoc ubre c o n so!viricia cstnc. r~ql.~i<.iitF(Io ~li hrn rrcogr las ponencias

presentadas al Encuentro de lo5 est~idiososd e la Renta del Tabaco, celebrado en 1999 y

es contir-iuacicín de otras publicaciones. Sus autores llevan tiempo investigando sobre el

tema y, en esta ocasión, han contado con el apoyo de la UniL~ersidad de Las Palmas de

Gran Canaria, la Real Sociedad Económica de Amigos del País dr Las Palmas y la Fundación

Altadis para presentar una magnífica edición de sus irivestigaciones.

Como dest'ic'i Saritiago de Luxán en la Presentación, los trabajos se pueden agrupar

en tres bluques.

1.- El primero se refiere a la fiscalidad del tabaco y englnba las ponencias de Bergasa

ierdomo (La iiscdiicia~is oilre e¡ inLdccij, Gi i~i / .ái rzC m i m (Lo3 uso3 firLanciciwd~c ! ta

baco; o bien, para qué servían 10s dineros obtenidos con la Renta del Tabaco) y Kodriguez

Gordillo (Las estadísticas de la Renta del Tabaco en el siglo XVITI: nuevas aportac~

ones)

Bergasa Perdomo enfatiza el car6ctt.r del impueslo: selectivo, discriminatorin y aplicado

a un bien de consumo del quc la mciedad mi cstaba dispuesta a prescindir. Que,

dciein;is se caracterizaba por una gran sinipiicidaa cn su apiicacion y operah cori rieutralidaci,

es decir no distorsionaba el sistema de precios. Se resalta que "en los próximos

años asistiremos a un aiiiplio debate derivado no sólo de los problemas f-'isc,~lcss,i no que

también vendrá determinado por las graves repercusiones que el hábito de fumar tiene

sobre los costes del sistema público de s'ilud".

González Enciso explora 1'1 importancia de la Renta dcl Tabaco. Destaca la conexión

entre la política de precios, la continua tentación de subirlos para incrementar la Renta y

la evidencia, persistente, de que cuanto m& se subía el precio más crecía el contrabando.

Hasta el punto que el t,ibacv (corno el alcohol) y el contrabando van a ser inseparables

hasta hoy. Por su fuerte capacidad recaudatoria (a finales del >(VI11 era la renta que

más ingresos producía a la Corona) y por su gran estabilidad, esh Reda fue una de las

primeras que se gestionó directamente desde la Administración, sin intervención de

arrendatarios y en 1730 se instituye la Universal Adrniriistraciún. De otra parte, se estudid

el cvste de la gestión pública de la Renta del Tabaco, llegando a representar entre el

50% y el 20% del total de los irigresos brutos [Sería interesante rastrear la hipótesis de

que la Administracicín Pública, al asumir la gestión directa no sólo pretende aumentar y

controlar sus ingresos, sino establecer un tupido entramado territorial, gerierddor de poder

y control social, basado en el censo de funcionarios y empleados públicos que deben

su estatus y sus ingresos a una Administración que, adeniás, tiene capacidad para removerlos.

Un estudio del papel que pueda jugar este enjambre de "colgados" pudiera ser

revelador de esta estrategia de ampliaci61i del yuder social y político de la Administración

Pública]. Por último, el destino de estos ingresos de la Renta del Tabaco es interesantísimo.

Porque abarca desde el más puro arbitrismo (Hospicios, fábricas reales, Diccionario

de la Real Academia, construcci0n del Palacio Real de Madrid) liasta la financiacihi

del gdsto "estrella" de la Corona por aquellas fechas: el gasto militar y la

financiación de las guerras. En este sentido es de destacar el incremento del 20'% del precio

del tabaco en 1799, como consecuencia de 1'1 declaraci6n de la guerra a Inglaterra en

el proceso de independencia de las trew colonias norteamericanas.

Rodriguez Gordillo hace un rriiriucioso trabajo aclarando las discordantes series estadísticas

de la Renta drl Tabaco. Separa por un lado las series de consumo y de valor entero

y, por otro, las series de sdarios, gasto.; y valor líquido. Llegando a la c«nclusión

que "la sociedad española de aquellos años tuvo una situación miicho más onerosa de la

que queda reflejada cn las estadísticas manejadas". Otro tanto puede decirse de la propia

Rrnta drl 'lahacci

11.- El segundo bloque analiza las estrategias de abastecimiento externo del tabaco,

en concreto Torres Sánchez trata del tabaco Brasil (El Banco de San Carlos y el negocio

del tabaco. Una iii~estigaciGnd e mercado cn el siglo XVIII) y Gárate Ojanguren dcl Labacc

de Venezuela (Los asicntm del tabaco caraqueño con Holanda en el siglo XVIII).

Torres Sánclier realiza L I t~r;i bajo re\,elador sobre el Banco de San Carlos que, a partir

de 1790 con una situacicín cor-isolidada y con mucha liquidez, se planlea la rritrddn en

el mundo de los grandcs negocios y llega a crear una Comisión de Inversiones. Entre 1'1s

posibles actividades aparece el suministro de tabaco Brasil. Lo ectra»rdinario por estas

(,,*l.,, ,,.. .- ..,-. ",, ,,.-1:-- ..- > - ~ . . i l : . 3. . . I - ' 1 - 1

rL~iiiiu . JL r c L i i i z . r i uli 1 IjCIIUiICILJLIU UICl C ~ CV K I L J L I I U ~ C ~p i ~ d''IU IIIL'IIL I I I juicio sin riesgo".

Se analizan dos cuestioiies. Primera, la rentabilidad y seguridad del negocio, concluyendo

que "no tendrá el Banco empleo ni más seguro ni rriás lucrativo que éste con

proporción a igual suma invertida". Pero se equivoc6 al hacer previsiones sobre las tendencias

del mercado, porque los canibios de gustos Iiicieron disminuir el consumo de tabaco

Brasil y no se pudo controlar el contrabando. Segunda, el análisis de las contingencias

públicas y sus posibics repercusiones en ia economia nacional. I'orq~ie el cvntrvl que

ejercían sobre el tabaco Brasil un grupo de yoderosos comerciantes portiigiiesrs, facilitaba

la expansión del contrabando, alimentaba la salida de la plata con destino a Portugal

y profundizaba la dependencia econcímica. Antr esta situación, el Banco diseña una política

de "interés nacional". En estd estrategia se precisaba identificar quién era el aselitista

a desplazar (el podrrow grupo de comerciantes portugueses) que, además, contaba

con el apoyo de la Corona portuguesa y la simpatía de la Corona espaficila. Así, en 1793,

el Banco presenta sus condiciones: que se le conceda el nionopoli(i del s~iministrop or cinco

o docc años y que se mejore el dispositivo anlicoiitrabnridu. Se compwmete a mantener

los precios en curso, pero adelanta qiir solicitará posteriores aumentos. Ante esta propuesta

se produjo una s e ~ i ed e reaccioiies, con fortísimas pujas a la baja de los precios

del tabaco por parte de los asentadores portugueses. El Banco sc vio sobrepasado. Porque,

al final, su propuesta fue similar al "modelo portugués" existente y sin ninguna innovación.

Y la Adiuinistración basó su elección en criterios excliisivamente económicos.

En ciialquier caso, resulta sorprendente para las fechas el planteamiento de estrategias

que, al menos sobre el papel, realiza el Banco de San Carlos. De una absoluta "modernidad"

El trabajo de Ciratc Ojanguren analiza los comportamientos de la Real Compañía Guipuzcoana

de Caracas en la extracción de tabaco. Como es lógico, se resalta el valor del

tráfico de ultramar y se destaca la posición estratégica de los holandeses en Curacao. Que

generaba un gran contrabando porque Caracas estaba desabastecida y sus principales

prmiuctos (cacao y tabaco) no tenían salida. Por eso, cuando los guipuzcoanos solicitan

al Rey crear una compañía mercantil, la petición es vista con sumo agrado. En relación

cun el tabaco I-iabía dos opciones: comprarlo y manipularlo o comprarlo y vendérselo a

!9s he!ñndeses. Esta seppnda f i u ~la n p c i n n plqida en 1728,. ante las grandes dificultades

que suponía la primera. Esta forma de actuar se vio alterada entre las décadas de los 50

y los 60 por un afloramiento de los criterios mercantilistas. Se pretendió abastecer a las

colonias con productos manufacturados en las reales fábricas españolas Asimismo sc inició

una política de mayor control del tráfico ultramarino. Pero estas propuestas no prosperaron

y en 1758 se firma el "Asiento de tabaco celebrado cntrc la Real Compañía Guipuzcoana

de Caracas y 1'1 firma Wcrnier, Hartsnick y Casas de Amsterdan" por el que la

primera se obliga a vender en exclusiva el tabaco caraqueño durante cinco años. Lo que

supuso la consolidación de la posición privilegiada de los holandeses en la manufactura

y cii id rcdisiriburióri iabüquera en Europa. Circün~:~í;ciacs oyüntur a !~d~c mcrccdo (dificultad

de aprovisionamiento de los holandeses por el mayor control del contrabando y

fuertes existencias dc tabaco en los almacenes de San Cebastián) facilitaron el Acuerdo.

Por último, el trabajo describe Ids iircunslaiicias de los principales personajes, españoles

y liolaiideses, implicados en el asunto y hace un recorrido detallado por todas las cláusulas

del Asiento. Reflejando con precisión las estrategias dieciochescas, pero muy actuales,

de dos grandes empresas con intereses en los dos lados del Atlántico.

111.- El tercer bloque se centra en e! estudio de algunos mercados regiuriales. Así de

Luxán Meléndez (Canarias, un mercado singular: abastecimiento y consumo de tabaco

durante el siglo XVill), Torres Santana (La Renta aei Tabaco en Lanzarore durante ei

siglo XVII i?) y Solbes Ferri (Distribución y consumo legal de tabacos en Navarra:

1731-1779)

De Luxán analiza las características singulares del estanco canario (que consumía masivamente

tabaco en polvo) y sus problemas específicos. La lejanía de este mercado, su

difícil rertebración con precios insulares diferenciados y la estratégica posición geográfica

del Archipiélago en la Carrera de Indias explican la fuerte presencia del contrabando.

Además, la diferenciación entre islas realengas y de scfíorío, el escaso tráfico con la

Península fundamentado en la falta de complementariedad entre las d«s econ~)iiiíays los

graves problemas por la falta de moneda fraccionaria, añaden circunstancias que singularizan

el caso canario. Estudia la implantación del estanco (16361718). Justificado por

la necesidad dc cubrir los "donativos" a la Corona para la financiación de las continuas

guerras. La falta de capacidad administrativa explica el c ~ r r e ~ ~ d a ~ ~ai ipeanrttiocu lares de

la Renta del Estanco, a despecho del tímido intento (circa 1650) de Administracicín Directa..

con e1 Capitán General como cabeza visible. El arriendo reca-6 en la familia Vergara

y Grimón , del marquesado de Acialcázar (Los Realejos). Explicable en cuanto que

eran cosecheros y comerciantes de vinos y con una importante red de corresponsales en

Sevilla, Amberes y La Habana. La adn~inistraciónd irecta se adelanta en Canarias a 1718,

para integrarse en la Universal Administración de 1730 y el autor constata "el ensanchamiento

del mercado tabaquero en Canarias" a partir de esas fechas. Con tendencia creciente

a lo largo de todo el siglo, aunque tengan que ai-iotarse importantes caídas en las

ventas (1745 y 1793). Como rasgo distintivo en las estadísticas tabaqucras canarias, destaca

la importancia y persistencia de los "alcances", es decir de las ccmtidades de tabaco

que quedaban sin vender al final de cada ejercicio econ6mico. 1.as posibles explicaciones

de "expectativas desmesuradas de consumo y/o rigidez de la denidndd" no parecen satisfactorias

al propio autor que apunta la posibilidad de actiiaciones fraiiduleritas. Sería

interesante que profundizara en este ámbito ya que podría llegar a aclarar algunas de las

claves estructurales del contrabando en Canarias.

Torres Santana abunda en temas tralados por de Luxán. Su dportación más original

es la que se refiere a Lanzarote y a la particularidad de seguir siendo isla de señorío a

todo lo largo el XVII (a destacar que este t r a b a j ~m ) dborda el siglo XVIII). Por esta razón

debía abastecerse de tabaco americano a través de las islas de realengo. En este período

el Cabildo de Lanzarote, tuviera compctcncia directa o se beneficiara del sistema

de arrendamiento de la Renta del Tabaco, trata de ejercer un control sobre el negocio. Aparecerá

con insistencia la preocupación del Señor y del Cabildo por recibir la mayor renta

posible. También porque, sobre todo en épocas de malas cosechas, la renta llegara a

pagarse en especie (trigo) por falta de numerario. Lo que dejaría desabastecida a la Isla.

Se destaca el heclio, previsible, que lus arrendatarios fuesen los mercaderes conejeros más

importantes. El negocio debía dc tener el volumen suficiente como para que, en las décadas

de 1650 v 1660, el arrendainientv estuviera en manos de comerciantes extran~eros,

en concreto de Pnrtiigal y de Inglaterra. Por último, se hace un retrato sociológico del

personaje isleiío de ~nayur relevancia económica de la época, objeto de otro estudio reciente,

Ixis Rodrígurr Fleitas.

Solbes Ferri, en esta su nueva aportación al estudio de la Renta del Tabaco en Navarra,

muestra que esta Renta rra la más alta de todas las que la Corona percibía de Navarra.

Centra su análisis en la provisión y distribución de tabacos así como en la evolución

de su consumo legal y en la diferenciacióii de los géneros vendidos. Y, como acertadamente

señala de Luxán en la Prcsentnción del libro "la metodología empleada ...

puede ser planteada como un modelo a seguir en los futuros estudios regionales ... explotando

a fondo el mismo tipo de documentación".

El libro se cierra con un muy ilustrativo trabajo del Dr. Juan José Laforet, Vicedirector

de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas, donde explica los

esfuerzos societarios por la continua búsqueda de un "nuevo cultivo salvífico", en este

caso el tabaco, a medida que las produccioncs canarias por una u otra razón iban entrando

en crisis.

Por último, ya metidos en el disfrute tradicional de las inmóviles volutas del mejor

de los habanos, no deja de sorprender el espíritu militante de hoy, en ocasiones fuiidamentalista,

en contra del tabaco.

Antonio GONZALEVZIC ITE

OUnversdad de a s Fanas d? Gran Canara i t o e c a Unuestsri Memmi Dgta le Caniris 20815