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ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 23
El Inventario del Patrimonio Arqueológico
Subacuático del Litoral Norte de Gran Canaria
Sergio Olmo, Consuelo Marrero, Valentín Barroso
Resumen
La realización del Inventario del Patrimonio
Histórico para el Estudio Eco-cartográfico
de la Zona Norte del Litoral de la isla
de Gran Canaria, consistió en la localización
e inventario de todos aquellos bienes de interés
patrimonial que existieran en dicho área
de estudio, mediante la puesta en marcha de
una serie de labores de documentación y localización
espacial de los mismos. En lo que respecta
al ámbito del estudio subacuático, éste
comprendía la franja litoral dispuesta entre la
Punta de La Aldea y la Punta de Gando y se
extendía desde la línea mareal-costera hasta
la cota de 50 metros de profundidad, certificándose
finalmente una notable cantidad de
vestigios sumergidos.
Palabras clave
Patrimonio subacuático. Prospección arqueológica
submarina. Teledetección geofísica.
Eco-cartografía. Salvaguarda.
Abstract
The object of the Inventory of Heritage
for the Eco-cartographic Study of the Northern
Coast of the island of Gran Canaria was to locate
and inventory all those elements deemed
of patrimonial interest within the aforementioned
study area. With this aim, a series of
procedures were employed to determine the
spatial placement of elements and document
findings. The scope of the underwater study
comprised the coastline between La Punta
de la Aldea and La Punta de Gando, taking in
the area from the tide/coastline out to sea to a
depth of 50metres. A considerable number of
submerged remains were finally documented.
Key-words
Underwater heritage. Underwater Archaeological
Prospecting. Geophysical Teledetection.
Eco-cartography. Safeguard.
Vegueta. Número 11. Año 2009 - 2010
Anuario de la Facultad de Geografía e Historia
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
ISSN 1133-598X. Páginas 23 a 30
ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 24 1. Introducción
El presente estudio constituye una parte del más amplio trabajo de Inventario del Patrimonio Histórico para el Estudio Eco-cartográfico de la Zona Norte del Litoral de la isla de Gran Canaria, realizado entre los meses de octubre de 2006 y marzo de 2007 por Arqueocanaria S.L., a iniciativa de la Dirección General de Costas. Asimismo, el antecedente inmediato, del que puede considerarse su continuación, no es otro que el Inventario Histórico, Arqueológico y Etnográfico del Litoral Meridional de la isla de Gran Canaria (Punta de Gando-Punta de La Aldea), ya ejecutado a lo largo del año 2001.
El objetivo principal consistía en la localización e inventario de todos aquellos bienes de interés patrimonial, ya fueran arqueológicos, arquitectónicos, etnográficos o paleontológicos, existentes en dicho área de estudio, mediante la puesta en marcha de una serie de labores de documentación y localización espacial de los mismos.
El ámbito del estudio subacuático comprendía la franja litoral dispuesta entre la Punta de La Aldea y la Punta de Gando y se extendía desde la línea mareal-costera hasta la cota de 50 metros de profundidad. Englobaba la mitad septentrional de la isla de Gran Canaria, abarcando parte de los términos municipales de la Aldea de San Nicolás, Artenara, Agaete, Gáldar, Santa María de Guía, Moya, Arucas, Las Palmas de Gran Canaria y Telde.
En definitiva, la cantidad global de vestigios sumergidos alcanzó la cifra de 25 pecios, 19 objetos de diversa índole, y hasta un total de 8 conjuntos sumergidos.
2. Antecedentes
Tradicionalmente, en el archipiélago canario no ha habido un desarrollo continuo en lo que a trabajos submarinos se refiere, más aún si los comparamos con los efectuados en otros campos de la arqueología, tanto de investigación como de gestión. Así, no deja de resultar sorprendente que en un territorio insular como es el nuestro, este tipo de intervenciones carezcan de una frecuencia sistemática, que no se circunscriba exclusivamente al descubrimiento casual o a puntuales estudios de impacto en zonas portuarias. En el caso de Gran Canaria, estos estudios han mantenido parámetros similares a los de las islas vecinas, exceptuando determinados ejemplos. No obstante, se hace necesario destacar las aportaciones aisladas que se han producido como consecuencia de ciertos hallazgos fortuitos, no siempre debidamente comunicados a las autoridades competentes (S. OLMO, 2002, 2004, 2008a, 2008b y e.p.).
Por otro lado, el interés social que esta arqueología suscita y el desarrollo científico de la misma no parecen estar igualmente reflejados. Así, los trabajos realizados en las últimas décadas han carecido de sistematización y continuidad, fruto de la ausencia de proyectos de investigación y de la inexistencia de políticas patrimoniales. Es por eso, que proyectos como el que aquí se presenta ayudan a esbozar un nuevo horizonte, en parte gracias a la aplicación de complejas técnicas de estudios de los fondos oceánicos, como son los sistemas de detección geofísicos y de teledetección submarina.
Dichas aplicaciones sólo podrán ser rentabilizadas científicamente en su vertiente arqueológica, si los resultados obtenidos se utilizan para poner en marcha proyectos de inventariado, evaluación y gestión del patrimonio arqueológico sumergido.
3. Los Rasgos Geográficos y
el Medio Marino Insula r
La isla de Gran Canaria constituye el espacio central del archipiélago canario, localizado en el margen oriental del océano Atlántico medio. Sus coordenadas geográficas están situadas entre los paralelos 27º 44’ 28” y 28º 11’ 00”, latitud norte y los meridianos 15º 22’ 20” y 15º 50’ 20”, longitud oeste. Presenta una superficie de 1.532 Km2 y un diámetro máximo de 48 km, elevándose desde los 3.000 m de profundidad hasta la cota altitudinal de 1.949 m. Su construcción volcánica y evolución geológica, unido a las diferencias producidas por la altitud, orientación y fragmentación morfológica del territorio, es lo que conforma su medio montañoso de fuertes contrastes y desniveles.
El archipiélago está atravesado por la corriente fría de Canarias, cuya dirección S-SW es constante y discurre paralela al litoral atlántico-sahariano de la fachada africana y por los vientos dominantes alisios, de componente NE, que a medida que recorren el océano se van cargando de humedad. Ambos factores geográficos son los que tradicionalmente desde épocas antiguas han facilitado la navegación a vela hacia las islas desde el continente, tanto europeo como africano.
Por consiguiente, la conjunción de sus características geológicas (origen volcánico), junto a sus condiciones climáticas (vientos alisios) y oceanográficas (corriente de Canarias), definitivamente van a marcar la configuración
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de sus costas y fondos marinos, por lo general
abruptos y accidentados.
Las plataformas litorales son de reducido
tamaño, continuándose con taludes
de marcada pendiente, lo que hace posible
alcanzar grandes profundidades a escasa distancia
de los rompientes, circunstancia que ha
contribuido en gran medida a dificultar las actividades
de buceo submarino.
La morfología general de las costas
es escarpada, sobre todo la de las vertientes
norte y oeste de la isla, donde los acantilados
sólo se ven interrumpidos por la desembocadura
de los barrancos, careciendo casi por
completo de playas. Así, las orientadas al norte,
al estar abiertas a las corrientes y vientos
dominantes sufren con mucha más frecuencia
la acción del oleaje, por lo que ofrecen escasos
refugios naturales, a menudo inseguros
para los navíos. Este problema es, por tanto,
uno de los principales para la navegación de
cabotaje en veleros de determinado calado,
sobre todo en época antigua y moderna, pues
se puede ocasionar el encallamiento de los
mismos, si estos son empujados por un viento
racheado, como así han señalado numerosos
investigadores (E. SERRA RÁFOLS, 1957 y
C. MARTÍN DE GUZMÁN, 1982; etc.).
Por otro lado, tal y como puede desprenderse
de la consulta de alguno de los
estudios realizados sobre este medio marino
(J. González et al., 1994; etc.), las características
oceanográficas vienen determinadas por
el afloramiento de aguas profundas o “upweling”,
que va a dar lugar a que la temperatura
y salinidad en superficie vaya aumentando a
medida que nos alejamos de la costa africana.
La temperatura superficial del agua ofrece una
oscilación térmica entre 17º-18º C en invierno
y 22º-23º C en verano, mientras que la salinidad
tiene una notable variación, según sea el
punto en el que nos encontremos.
Finalmente, habría que señalar que
las mareas, típicamente oceánicas, son de
régimen diurno, con dos pleamares y otras
tantas bajamares, siendo su mayor amplitud
de 2,7 m durante los meses de febrero y septiembre.
4. Metodología
En el caso que nos compete, la metodología
llevada a cabo para la elaboración de
este inventario patrimonial ha consistido en la
puesta en marcha de diferentes estrategias de
localización y registro, como son:
• Sonar de barrido lateral y ecosonda multihaz
(Punta de la Aldea-Punta de la Salina).
• Sonar de barrido lateral y ecosonda multihaz
(Punta de la Salina-Punta de Gando).
• Teledetección submarina con cámara de
video arrastrada.
• Prospección arqueológica submarina inten-
Foto 1. Pecio siglos XVI-XVIII. Antiguo muelle de San Telmo. Las Palmas de Gran Canaria.
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• Análisis y documentación de hallazgos fortuitos.
4.1. Sonar de barrido la teral y ecosonda multihaz (Punta de la Aldea-Punta de la Sali na)
En primer lugar se realizó un estudio batimétrico mediante ecosonda multihaz, quedando referida al punto cero del Mareógrafo del Puerto de Luz, en Las Palmas de Gran Canaria. Este tipo de ecosonda posibilita la obtención de una batimetría de alta resolución hasta cotas muy profundas, lo que permite desarrollar una exhaustiva cartografía de los fondos marinos, en la que queden reflejadas todas las anomalías del mismo.
Al conjunto de datos procesados se les aplicó simultáneamente la corrección mareal a los datos obtenidos. Dada la forma de trabajo de una sonda multihaz la cobertura depende de la profundidad, encontrando un aumento paulatino de la cobertura según aumente el calado. De este modo y debido a irregularidades que puedan aparecer en el fondo las líneas que se estén haciendo pueden no ser todo lo uniforme que se desee, por lo que fue necesario revisar el trabajo periódicamente para evitar que quedaran zonas del fondo sin medir. Entre línea y línea se realizó un solape de un 20% para aumentar la cantidad de puntos de muestreo y la calidad del trabajo.
Debido a que la sonda multihaz emite ondas acústicas para la toma de datos, estas pueden verse afectadas por cambios tanto en la temperatura como en la salinidad del agua, por eso se hizo necesario la obtención de un perfil de la velocidad del sonido (directamente proporcional a la temperatura y salinidad del agua) antes de iniciar el levantamiento batimétrico.
Con el estudio morfológico mediante sonar de barrido lateral se perseguía obtener de forma detallada y posicionada diferencialmente la composición superficial de los fondos marinos del área estudiada.
En primer lugar, se planificaron las líneas de guiado a seguir por el barco, evitando que los giros bruscos provocaran que el pez transductor (sonar de barrido lateral) se precipitara rápidamente hacia el fondo y se dañara. La separación entre líneas se determinó por la apertura lateral configurada en el sonar para la toma de datos, teniendo siempre en cuenta que debe haber cierto solape entre ellas para garantizar que se cubre toda el área de estudio.
La longitud del cable y la velocidad del barco es lo que controla la profundidad a la que está el sonar, y mediante su ordenador se controla la elevación del mismo sobre el fondo, la longitud de cable, la posición DGPS del pez transductor con la corrección de deriva respecto al barco, la frecuencia y rango de operación y la observación en tiempo real de la imagen del fondo en escala de grises.
Los datos recogidos se convierten en imágenes georeferenciadas con las que se representa un mosaico del fondo marino, pudiéndose insertar en la cartografía terrestre posteriormente. Con todo ello se elabora un
Foto 2. Pecio siglo XVII. El Agujero. Gáldar. Gran Canaria.
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plano morfológico de la zona de estudio, en
el que se pueden diferenciar los diversos elementos
que configuran el fondo.
4.2. Sonar de barrido lateral y ecosonda
multihaz (Punta de la Salina-Punta de Gando)
Por lo que respecta al barrido lateral
desarrollado en el cuadrante NE insular, hay
que señalar que se utilizó un equipo compuesto
por la unidad de control con conexión
a un ordenador, además del propio sonar.
Asimismo, el pez de arrastre se empleó con
dos transductores y un cableado de comunicaciones
con cabestrante y control remoto para
activar la acción de recogida. Este equipo contaba
con una alta resolución lateral de 156/78
mm, un rango de 500/150 m y una frecuencia
de 100/325 kHz y hasta 1,46/4,8 Hz para la
adquisición de datos.
El tratamiento de la información obtenida
se realizó mediante la representación
de los datos en pantalla, donde tras ser analizados
pasaron a marcarse aquellos posibles
objetos localizados, susceptibles de ser considerados
como elementos antrópicos.
4.3. Teledetección submarina con cámara de
video arrastrada
En líneas generales, mediante la utilización
de este instrumento se obtuvieron las
imágenes más nítidas, así como la fehaciente
certificación de los vestigios submarinos más
singulares del trabajo científico.
Para ello se empleó un ROV, es decir,
un robot submarino arrastrado por embarcación
teledirigido por control remoto que permitía
una visualización en tiempo real, así como
la grabación de imágenes de video de alta resolución.
Este sistema facilita el trabajo subacuático
a partir de determinadas profundidades
o de condiciones difíciles, en las que los
medios humanos de intervención directa se
hacen muy complicados.
4.4. Prospección arqueológica submarina intensiva
de áreas delimitadas
Si bien el inventario del patrimonio
arqueológico sumergido quedaba en un principio
circunscrito al estudio eco-cartográfico
de la zona norte del litoral insular, lo cierto es
que a posteriori decidimos añadir al fichero
creado todos aquellos registros subacuáticos,
cuyos datos habían sido obtenidos mediante
la puesta en marcha de diferentes intervenciones
arqueológicas submarinas, obviamente
limitadas al área objeto de análisis.
La finalidad de estas investigaciones
estaba encaminada a la identificación de yacimientos
o restos materiales hundidos, mediante
la utilización de una metodología científica
perfectamente adaptada al tipo de labores
arqueológicas a desarrollar.
Debido a la extensión de los ámbitos
de estudio, a la lentitud inherente que ofrecen
los trabajos submarinos y a las profundidades
que en algunos sitios se alcanzaba, se consideró
necesario el establecimiento de levantamientos
planimétricos generales, mediante la
utilización de un sistema que facilitara previamente
la exploración exhaustiva de las áreas.
Así, se insertaban las respectivas sectorizaciones
subacuáticas sobre las que plasmar todas
las informaciones resultantes de las diversas
intervenciones llevadas a cabo.
En consecuencia, se definieron diferentes
polígonos, en cuyo interior quedaban
diseñadas un conjunto de alineaciones
paralelas regulares, donde los vértices se
referenciaban con las correspondientes coordenadas
geográficas. Las prospecciones
se sistematizaron mediante la inspección en
círculos concéntricos a partir de un elemento
determinado, así como con sucesivos recorridos
longitudinales, siguiendo el clásico reconocimiento
por hileras.
La base de los trabajos tenía previsto
la localización exacta de los hallazgos, para
lo que se realizaron inmersiones sucesivas
que pudieran proporcionar, además, toda la
información necesaria para la identificación de
Foto 3. Ancla siglos XVI-XVIII.
Puerto de Sardina. Gáldar. Gran Canaria.
ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 28 aquellos, junto a su contextualización, naturaleza, estado de conservación, tipología del objeto, etc. Igualmente se procedió a ubicar, de forma rigurosa, todos aquellos hallazgos localizados in situ, así como a la toma de datos científicos, acompañados en la medida de lo posible por una adecuada documentación gráfica y fotográfica. Los mismos quedaron plasmados en los respectivos diarios de inmersiones, a modo de guía fundamental para reconstruir la intervención, registrándose todas las incidencias, de acuerdo al formato y criterio que habitualmente se emplean en los trabajos de arqueología subacuática.
4.5. Registro de halla zgos fortuitos
La ausencia de proyectos de investigación y de trabajos sistemáticos de arqueología submarina en las aguas del archipiélago canario ha impedido que los restos existentes en nuestros fondos marinos estén valorados patrimonialmente; pues como ya se ha incidido, no existe una carta arqueológica subacuática que permita conocer y gestionar este conjunto, de manera similar a la empleada para catalogar los diferentes aspectos del patrimonio histórico-cultural.
Esta es la razón fundamental por la que también se decidió incorporar a las referencias ya conocidas, todas aquellas otras provenientes de hallazgos fortuitos, en ocasiones escasamente documentados, que curiosamente son las que poseen un valor patrimonial más alto. En este sentido, se hace necesario destacar, una vez más, la imprudente pasividad que reiteradamente muestran las autoridades y organismos públicos encargados de velar por su gestión y custodia, pues es de sobra conocido toda una serie de emplazamientos estratégicos que salpican nuestro litoral y que se hallan en grave peligro de conservación o desaparición.
5. Val oración
Al margen de los problemas técnicos, el principal inconveniente que este tipo de investigación plantea no es otro que la escasez de fuentes precisas en lo concerniente al estudio y análisis de los diversos pecios e instrumentos navales que los conforman. Sin embargo, con demasiada frecuencia se renuncia al estudio histórico que los restos materiales sumergidos pueden proporcionar tras un análisis exhaustivo.
Con todo, y aún cuando ocasionalmente la arqueología subacuática puede ayudar a la reconstrucción de determinados acontecimientos, no sucede lo mismo si la mayor parte de los datos que poseemos son hallazgos incompletos y vestigios aislados, tal y como se dibuja en el panorama de la mayoría de los yacimientos submarinos localizados en el archipiélago canario.
En todas las ocasiones, con antelación a la realización de las labores de campo, se procedió a la consulta de la documentación bibliográfica existente sobre las diferentes zonas y sus inmediaciones. Dicha recopilación se centró en torno a aquellas publicaciones especializadas en submarinismo, arqueología e historia, en las que pudiera hacerse referencia a restos sumergidos o ubicados en el litoral, fortificaciones costeras, y otro tipo de estructuras; aunque los resultados obtenidos no siempre fueron satisfactorios.
De acuerdo con el fichero de datos que se elaboró y manteniendo las estrategias de localización y registro que acabamos de mostrar en el epígrafe anterior, se pueden efectuar una serie de consideraciones que habrá que
Foto 4. Anclas siglos XVI-XVIII. Antiguo muelle
de San Telmo. Las Palmas de Gran Canaria.
Foto 5. Pecio siglo XX. Punta de Gando. Telde.
Gran Canaria.
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tener en cuenta para su valoración definitiva.
En primer lugar, hay que subrayar que
las técnicas de exploración submarina desplegadas
para la elaboración del presente trabajo
no se plantearon ex proceso para el análisis
o la localización de yacimientos arqueológicos
sumergidos, sino que perseguía objetivos más
globales, como era la ejecución de un estudio
eco-cartográfico del Norte de Gran Canaria.
Por el contrario, cuando se planteó dicha intervención
se trató de aprovechar los sistemas
geofísicos y de teledetección empleados para
obtener una serie de registros materiales mediante
el análisis de aquellas anomalías identificadas
en el fondo marino.
El análisis de los datos obtenidos por el
sonar de barrido lateral y la ecosonda multihaz
proporcionó una serie de puntos interpretados
como pecios, elementos de amarre y fondeo,
emisarios y objetos de difícil identificación. De
cualquier forma, todos los elementos que integran
este conjunto deberían ser inspeccionados
y evaluados in situ, si verdaderamente se
quiere valorar su potencial patrimonial.
Más preciso fue el método de teledetección
submarina con cámara de video arrastrada,
pues arrojó imágenes de gran calidad
que permitieron una clara identificación de los
diferentes elementos sumergidos. Se trataba
de un repertorio de cinco pecios localizados
en diferentes sitios, al que habría que sumar
un emplazamiento más, conformado por un
ancla y un cañón de época antigua. Como en
Foto 6. Pecio del siglo XX. Punta de Gando.
Telde. Gran Canaria.
Foto 7. Anclas siglos XVI-XVIII. Antiguo muelle de San Telmo. Las Palmas de Gran Canaria.
el caso anterior, se hace imprescindible la observación
directa de todos estos restos, para
realizar pormenorizadamente y de manera
científica una evaluación patrimonial más concluyente.
Por lo que respecta las prospecciones
arqueológicas subacuáticas intensivas
que ya se habían desarrollado con antelación,
cabe destacar una gran cantidad de pecios,
materiales náuticos, elementos metálicos, anISSN
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clas, y otros muchos objetos, que ofrecen una amplia adscripción cronológica.
A la vez que diseñábamos la base de datos de este proyecto, también llevábamos a cabo una prospección arqueológica submarina en los límites del Puerto de Las Palmas, frente al antiguo Muelle de San Telmo, que arrojó datos muy interesantes, que finalmente pudimos incorporar a las fichas ya elaboradas. En este sentido cabe destacar el descubrimiento de un pecio, cuya adscripción cronológica podría establecerse entre los siglos XVI al XVIII, junto a un profuso repertorio de restos navales de todo tipo, relacionados con el naufragio de la embarcación. Asimismo, también pudimos documentar un ancla de metal, algo deteriorado, que presentaría todas las particularidades típicas de las denominadas como anclas de tipo antiguo, por lo que no sería descabellado encuadrarlas en un periodo histórico similar. Además, a lo largo de la investigación se recuperaron abundantes piezas cerámicas modeladas a torno, que también oscilaría en el mismo arco temporal de los siglos XVI-XVIII (S. OLMO, C. MARRERO y V. BARROSO, 2008) (Fotos 1 y 4).
En último lugar hay que enfatizar la trascendencia de algunos hallazgos fortuitos, que aunque fueran conocidos desde hace varias décadas, sin embargo no están lo suficientemente documentados. Su importancia radica en la propia singularidad de los restos arqueológicos; pues amén de los cañones y anclas encontrados en el Puerto de Sardina, destaca sobremanera el pecio de El Agujero de Gáldar, fechado en torno a la segunda mitad del siglo XVII, siendo sin lugar a dudas el yacimiento arqueológico subacuático más importante de todo el archipiélago (S. OLMO y J.I. SÁENZ, 1998) (Foto 1 y 3).
En definitiva, es absolutamente imprescindible la implicación a fondo de las instituciones insulares y autonómicas encargadas de la protección, conservación y gestión de los bienes patrimoniales, para que este inigualable legado tenga la atención que merece.