VEGUETA, Número O, mayo 1992, (67-78) 67

La población de Vegueta

(Las Palmas de Gv a~C anaria)

a finales del siglo XVII

* Profesora Titular de Historia Medieval.

Facultad de Geografía e Historia. Universidad de Las Palmas

de Gran Canaria.

68 Benedicta Rivero Suárez

E n las últimas décadas, los estudios de

demografía histórica han experimentado

un notable desarrollo, fundamentalmente,

aquellos que versan sobre la problemática de

las fuentes demográficas e interpretación de

las mismas1 En la actualidad existen importantes

estudios de demografía histórica referentes

al ámbito del Archipiélago Canario,

bien centrados en un espacio determinado,

bien en un grupo social concreto2, pero. con

frpriimria PI hiitnriador ha r l e~nf r ent a r~ar la

problemática que entraña las distintas fuentes.

para realizar un adecuado análisis de los

. l L - - -..&..-:A-- -1- 1 - - --! ----- 2

UCILU~ CALI~IUU> uc La> L L L L ~ L L L ~ D ~ .

Fuente y metodología

Para el siglo XVII, Canarias cuenta con varios

tipos de recuentos de población, entre los

que caben destacar. el realizado por el obispo

Murga sobre las parroquias de las islas, aunque

de él quedan excluidos los habitantes de

Las Palmas, el recuento elaborado por Núñez

de la Peña en 1689, sobre los distintos municipios

del Archipiélago; pero quizá haya que

destacar el trabajo realizado por Sánchez Herrero

sobre la población de Canarias a finales

del siglo XVII, por tratarse de un trabajo más

detallado que los anteriormente mencionados4.

El presente trabajo se encuadra cronológicamente

en la época del episcopado de Don

Bartolome García liménez. quien ocupó dicho

cxgo en Canxias desde !M5 2 !@O5. SU interés

por conocer a los feligreses dependientes

de cada parroquia de las Islas ha permitido

que en la acrualidad poseamos datos ae gran

valor para conocer la población de los rnunicipios

que componen el Archipiélago Canario.

Este obispo ordenó que cada párroco realizara

un padrón o amatrícula> de la población,

según la normativa de las constituciones sinodales

de 1629? La puesta en práctica de estos

padrones conIesionales permitieron paliar la

deficiencia que existió por parte de la corona.

desde 1589 a 1775 para el conocimiento de

sus súbditos7; por otro lado, con toda probabilidad

estos recuentos pobla'-ionaies presenta

m& fiabilidad que las de carácter regio.

Sin embargo, al parecer, son escasos los hallazgos

de estos padrones referentes a los siglos

XVll y XVIII. por ello consideramos de importancia

la presentación del que constituye

el objeto de este trabajo.

La fuente que hemos utilizado es un padrón

confesional realizado cn 1679 por don

Iiiari d e Armas Cahr~/asa, l a sazón cura de la

Iglesia del Sagrario. En él se recoge la población

que habita en el núcleo de Vegueta, así

como los bai-iios aneno; a: xi i sm~r,i scos y

cuevas que la población marginal adecuaban para

su residencia8, y quedan excluidos del mismo

los residentes en Triana. Dicho padrón se

conserva en el Archivo de la Catedral de La

Laguna9, hecho explicable por haber residido

Don Bartolomé García durante bastante tiempo

en la casa que el episcopado poseía en

Santa Cruz de Tenerife, a donde con toda probabilidad

le fue enviado para su conocimiento.

El padrón se presenta en un cuaderriillu

de 3 i cm. de largo y 1 O cm de ancho. se compone

34 folios escritos en su anverso y reverso.

Comienza con el preámbulo del cura, especificando

que se trata del padrón perteneciente

a los feligreses del Sagrario en el año

1679 y a continuación anota las casas que

existen en cada una de las calles, callejones y

p!azac de! núc!eo de Vegwta, asi cnmo !os

edificios y lugares empleados como residencia

de los cuales destacamos. e! Hospital de

San ivíartín, ia ermka de ios Reyes y la de San

Antonio Abad. Finaliza el padrón con la descripción

de las casas que componen el barrio

de San Juan, camino de San Roque, risco de

Santo Domingo, cueva del Drago y término de

Tafira. De cada una de las casas o lugares de

residencia describe las personas que en ella

habita. así de los matrimonios y las personas

independientes del núcleo paterno se especifica

el nombre y apellido. Por el contrario sólo

La wobiación de Veeueta (Las Palmas de Gran Canaria1 a finales del sieloXVl1 69

se recoge el nombre cuando se refiere a los hijos,

independientemente de su edad, así como

de los criados y esclavos. De cada persona

sc indica su edad, aunque sean menores de 7

anos, por tanto no quedan excluidos la población

que no está obligada al precepto pascual'!

Sin embargo, la deficiencia de esta

fiiente viene Ya& poryiie no recoge !a @!ación

flotante, ni las personas pertenecientes al

clero, pero respecto a este último grupo podemos

rener conocimiento cie aigunos miembros

de la jerarquía eclesiástica, pues en el

padron se recogen las personas que habitan

en sus casas.

El <memoriab finaliza con el recuento confesional

realizado por el párroco del Sagrario.

así señala que del total de la población faltan

por confirmar 53 personas, los que confiesan

y comulgan son 2.100, los que sólo tienen capacidad

de confesión son 31 2, los bautizados

desde primero de enero al 26 de diciembre

son 258 y los difuntos enterrados en la parroquia

y fuera de ella, tanto adultos como menores,

desde el 1 de enero hasta el 25 de diciembre

son 216. El documento está fechado el 4

de junio de 1680 y está firmado por el cura. E!

padrón se encuentra en buen estado de conservación,

aunque el paso del tiempo ha sido

el factor de la desaparición del nombre o la

- -1 - -1 -1 - - 1 -. . .- - - -1 - 1 - - . .- .: - -1.1 l.. .. - . cuau uc aiguiiua uc ius vcciiius uci iugai, pciu

estos son casos excepcionales con respecto al

conjunto.

Varios son los puntos que nos henios propuesto

abordar tras el análisis de la documentación:

1. El dato que nos permitirá conocer si

nos encontramos ante un tipo de estructura

fami!iir n~&zr 0 por e! contrario t.c. f~c-ente

la convivencia de varios matrimonios en un

mismo hogar.

2. La eslruclurd de Id población por

edad, intentando adaptarla a la situación socio-

económica que afecta a la Isla durante el

siglo XVII, para comprender los dirererites

sesgos y sex ratio que presenta la pirámide.

3 Por último, aunque este tipo de fuente

no nos permite conocer las profesiones desempeñadas

por el conjunto de la población,

sí nos aporta datos que nos permiten acceder

al conocimiento de la población de servicio:

amas, criados, esclavos, así como de aquéllos

que desempeñan actividades relacionadas

con 1 , , ! ncnorifirilrc-o- e!

que son soldados. De cada uno de ellos presentamos

su correspondiente pirámide dc

eaaci.

Estructura familiar

El padron da un total de 2 829 personas, pues

no hemos incluido a los altos cargos eclesiásticos

y civiles, de los ciiales no se especifica

nombre ni apellido, sólo se les mencionan a la

hora de contabilizar las personas que habitan

en sus casas, así consta en e! padron. la casa

del obispo. del arcediano, del oidor, etc. Según

el aDocumento BaseoH Las Palmas contaba

en 1679 con un total de 6.270 personas, por

tanto, los residentes en Vegueta y barrios anexos

representan el 45'1 por ciento respecto al

total de la población. Las 2.829 personas habitan

en 560 lugares, pues aunque !a mayoría residen

en casas también hay que incluir a los

residentes en el Hospital de San Martín, en ermitas,

mesones, molinos y cuevas. tras el aná-

1 ' . 1

iisis ur csius 7úG i ~ u ~ dP~Ur~s~ I I ~dUkiJi~ tgui~

varios grupos a la hora de tratar la estructura

familiar.

A través del cuadro i presentado podemos

comprobar que las familias nucleares torrnan

el porcentaje más alto de las diferentes estructuras

familiares. En él hemos incluido a

los matrimonios y a los viudos o viudas que

-r')nvj\jen cc\n lis hijor o pzrte de e!!or,

embargo no hemos analizado la procreación

de estos matrimonios por no ser el padrón la

fuente más adecuada para ello, pues pueden

tratarse de matrimonios o viudos que hayan

concebido más hijos y en el momento del recuento

se han independizado todos o parte

de ellos. también puede tratarse de matrimoLa

población de Vcgueta (Las Palmas de Gran Canaria] a finales del siglo XVIl 7 1

Por último, incluimos en una sexta división

a las instituciones, fundamentalmente eclesiásticas,

que recogen a personas que no

cuentan con un lugar para vivir, como por

ejemplo e! Hospital de San hnartín, donde en

el momento de realizar el padrón existen 24

personas en edades comprendidas entre 1

iiies hasta ÍUS 80 dlius. PrubaUÍeimeiitc Íab personas

de corta edad son niños abandonados

y depositados en dicho lugar, pues en este

hospital fue creada la cuna de expósito en el

año 1647 por el provisor don Pablo Gutiérrez

dc Sotomayor, durante cl mandato cpiscopal

de don Francisco Sánchez de Villanueva y Vega'"

y estaban a cargo de los curas del Sagrario.

En el momento del recuento existían en

dicho hospital 3 niños, uno de 1 mes. otro de 3

meses y uno de 1 año, pero también hay que

contabilizar a aquellos que eran recogidos en

casas particulares para su crianza En el padrón

se constata la existencia de 7 niños de la

cuna que vivían en diferentes casas de Vegueta

y la mayor parte de ellos habitan con persona

de buena condición económica. Don Antonio

Bandama, Don Luis Romero, el Licenciado

luan Conzdcz, otro fue recogido por una mujer

viuda y por últin~ou,n niño de la cuna recogido

por una mujer de 35 aiios que vive sola,

en este caso podemos pensar, como se ha senalado.

en el caracter de picaresca que podia

tener la exposición, en el sentido de ser luego

recuperado por sus madres como camas de

cría» para así tener asegurado un salarid5. Las

edades de estos niños oscila entre los 4 meses

y 2 afios. aunque también hay una niña de

7 años que con probabilidad fue sacada de la

casa de cuna con corta edad, pero continuó

..:..:--A- -- 1 - --m" -- 1" m..- c..,. -----:?l..

v i v i c i i u v cii ia Laaa c i i ia yuc iuc icLvaiua.

También habitan en dicho hospital personas

de las que se dicen que proceden de distintos

municipios de Gran Canaria, como Guía y Cáldar

e incluso de otras islas. en especial de Tenerife,

posiblemente. son personas que han

emigrado a Gran Canaria y han sido recogidas

en dicho centro. Al frente del hospital se encucntra

una mujer de la que se dice que es

cama>, que sería la encargada de la organización

del centro.

También hemos incluido en este último

grupo a aqiiellos feligrrres qiie viven m las

ermitas o en casa de alguna lerarquía eclesiástica,

como la casa del obispo donde habita

f,üiil?niep "loic, y las vivier-rdcllaia ?oitadas

por varias personas, pero que no se especifica

el parentesco que les une, pues a pesar de

que constan sus apellidos, éstos no coinciden,

por lo que desconocemos las razones que les

llevan a la mutua convivencia, aunque en algunos

casos puedc tratarse de mujeres cuyos

maridos han emigrado, o quizás viudas cuyos

hijos se han independizado, y comparten la vivienda

con otras personas en su misma situación.

Estructura de la población

La pirámide de edad de la población total de

Vegueta Ifiq. 1) nos permite observar una base

estrecha, que no coincide con las caracteristicas

propias de un régimen demográfico antiguo

caracterizado por una alta natalidad, pero

esta situción sc pucde explicar si tenemos en

cuenta la csex ratio~q ue presenta la pirámide

en perjuicio de la población masculina entre

los 20 y 40 años, esta situación posiblemente

se deba tanto a las levas organizadas entre

1662 y 1669, a lo que hay que unir la emigración

a América agravada en las últimas décadas

del siglo XVll como consecuencia de la

crisis del vino que afectó a las islas en general'h.

Por el contrario el escalón correspondiente

a la población comprendida entre los 5

y 10 años alcanza un porcentaje más elevado,

hecho explicabk si teneiiiús en cuenta la

abundancia de mano de obra de servicio, tanto

dc criados como esclavos que cuentan con

dicha edad. Dcl mismo modo, para comprender

la base estrecha de la población hay que

tener en cuenta las sequías que afectaron a la

Isla en los años 1674,1675 y 1677 a lo que hay

que añadir la plaga de langosta de 1676".

72 Benedicta Rivero Suárez

Figura 1

Pirámide de población de Vegueta, 1679

Edades

80 70 60 50 40 30 20 10 10 20 30 40 50 60 70 80

%O Efectivos "60 Quinquenaies

Todos estos fenómenos naturales no sólo influyeron

en la población infantil de la época sino

que también explica el estrechamiento de

la pirámide en su cúspide, pues indudablemente

tuvo que repercutir en la población que

en PI terrpr ~i.iartn de! c i g !X~ l !! superabur!! es

50 años, a lo que hay que añadir, asimismo, la

falta de higiene en la sociedad española de los

siglos XVíI y XVIII. Uri dato esclarecedor de la

gran mortalidad que afecta a la población objeto

de nuestro estudio es la declaración del

cura cuando indica que en un solo ano han tallecido

216 personas entre grandes y pequeños.

Aunque como podemos observar en la pirámide,

la mortalidad en edad avanzada atañe

especialmente a la población masculina no

superando ésta los 80 años, mientras que existen

3 mujeres que alcanzan los 82 años.

La población en estado de viudez (fig. 11)

representa ei 2'11 por ciento respecto a la población

total. Sin embargo de las 80 personas

en dicho estado, da sex ratio~s e inclina en

favor de la mujer, pues hay que tener en

cuenta que sólo existen 4 viudos mientras

que se contabilizan la presencia de 76 viudas

en edades comprendidas entre los 24 a

!as 70 oF,:,os. Creemos que debc esidi reidciunado

con los factores negativos que afectan

a la Isla en este período: sequías, plagas, levas,

emigración, pues esta última en no pocas

ocasiones provoca el fallecimiento del

marido, bien en el trayecto del viaie, bien en

el territorio a donde emigraba. El porcentaje

de viudas entre los 20 a 30 anos, con respecto

al tntal, no es muy elevado, sin embargo

éste se va incrementando a partir de los 45

años relacionado con la mayor edad del marido

y con la mayor esperanza de vida por

parte de la mujer. Por su parte, la viudez en

los hombres entre los 30 a 40 años debe estar

relacionado con la mortalidad de la mujer

en el momento del parto.

Ld población de Vegueta (Las Palmas de Gran Canaria) a finales del siglo XVII 73

Figura IJ

Pirámide de población de viudos de Vegueta, 1679

O 1 0 20 30 40 50 60 70 75

tll Viudos Edades

I Viudas

Actividades

Como hemos señalado, el padrón no nos permite

realizar una separación de la población

atendiendo a sus diferentes profesiones, pero

hay que tener en cuenta que en Vegueta se

cuncentru !a pc?b!ación ci~ii! y nC!oriáctiCa y familiares

relacionadas con ella. También Vegueta

es el lugar de residencia de los grandes

posecdorcs ac tierras cic ia isla, como ia familia

del Castiilo o los Huesterlín, relacionados

por lazos familiares con aquélla, en Vegueta

residen Don Agustin. Don Juan y Don Antonio

Huesterlín. También debió ser el lugar elegido

para su residencia por parte de algunos

miembros de la burguesía mercantil de la

época, corno es el caso de Don Antonio Vandama

que habita en la plaza de las vendederas

y que posiblemente esté relacionado con

el comerciante flamenco Daniel Vandamala.

Por último, señalar que de las 2.829 personas

84 de ellas llevan el apelativo de Don o Doña

como diferenciación social, y no hemos incluido

dentro de esta última cifra a los hijos que

de igual modo le acompaña dicha categoría,

por tanto podemos señalar que en esta zona

de Las Palmas reside un alto porcentaje de la

pblución reiuci~naduc Gn !=c. :snga-, m5s S!

tos de la sociedad.

Sin embargo existe un grupo significativo

dei cual podemos aporrar aigunos datos para

su conocimiento: la población de servicio y

los soldados.

Población de servicio

Dentro de este grupo tenemos que incluir a

las amas, criados y esclavos.

d. El grupo de las amas es muy reducido,

sólo existen 10, cuyas cdadcs están comprendidas

entre los 36 a los 5 1 años, siendo mayoritaria

las de esta última edad, pues suman un

total de 4. En general prestan sus servicios cn

la casa de algún alto cargo de la jerarquía

71 Benedicta Rivero Suám

Figura 111

Pirámide de población de criados de Vegueta, 1679

Edades

100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

%O Efectivos %O Quinqucridlrb

eclesiástica y civil, como por ejemplo la que

sirve en la casa del corregidor y en la del Licenciado

Masías. Como ya hemos indicado,

una de ellas lleva la organización del Hospital

de San Martín. En general deben tratarse de

Dersonas que desde antiguo han prestado sus

servicios en la casa y teniendo en cuenta sus

dotes de mando se ha confiado en ellas para

ponrr!x 2! frente de !2 ~rg.niz2ción de !os difercntcs

trabajos que rcqucría cl mantenimiento

de las grandes casas de Vegueta.

P. Los criaaos que prestan sus servicios

en las diferentes casas de Vegueta surnan un

total de 103 que representa el 3'6 por ciento

de la población total.

Como podemos apreciar a través de la pirámide

de edad (fig 111). la mayor parte de los

criados se concentran en edades comprendidas

entre los 5 a 25 años. Deben tratarse de

personas emigradas a la ciudad desde los distintos

municipios de la Isla, y debido a las carencias

que se sufren en los campos, por esta

misma fecha. se ven obligados, tanto el hombre

como la mujer, a encontrar un medio de

subsistencia en la urbc. Entre los 5 a 10 años

no existen grandes diferencias entre el hombre

la mujer, pero si se ~roductu: na csex rat

i o ~a favor del hombre en edades compredidas

entre los IO y 20 anos. posiblemente porque

la p..u;=r fuerza Un! 7j3rSn ]e era %Sc. útil 2

los señores para hacer frente a los múltiples y

pesados trabajos de la casa, por otro lado, como

posteriormente veremos, buena parte de

los servicios domésticos eran realizados por

la muler esclava. El primer sesgo importante

en la pirámide se observa a partir de los 20 a

25 años en la que la qsex ratio» se inclina a favor

de la mujer dicha sitmción debe estar relacioriado

con el mayor interés por parte del

hombre en mejorar su situación con la húsqueda

de otros mercados de trabajo fuera de

la Isla. Por su parte, la mujer permanece en la

C Unwrsdad ce a s Pamis de Crin :mara B b o e c a U n w n t a r a amma I g t a de Canirlas :0W

La población de Vegueta (Las Palmas de Gran Canaria) a finales del siglo XVll 75

ciudad dedicada al servicio doméstico para el

sostenimiento de la familia, sobre todo ante la

ausencia de remesas del marido emigrado.

A partir de los 30 años se produce un estrechamiento

en la pirámide en tanto que no

interesa a los señores los criados de avanzada

edad, sustituyéndolos por la mano de obra

esclava, la excepción viene dada por la existencia

de algunas criadas que superan los 65

anos y que deben ser personas que desde

miicho t i emp ~at rSs han prestado slis senicios

en la casa, permaneciendo en la misma

ante el fallecimiento de sus familiares más

cercanos.

c La presencia de esclavos en Canarias

en el siglo XVII queda constatada por las sinodales

de 162919, hecho que podemos confirmar

tras el análisis del padrón. La mano de

obra esclava suma 281 que representa el 9'9

por ciento respecto al total de la población.

Hay que tener en cuenta que Las Palmas se

convirtió en centro esclavista de primer orden

en el Atlántico desde el siglo XV120, tónica que

se mantiene a lo largo del XVI12'. Estos esclavos

eran empleados para diversos menestcres,

incluyendo las labores de la casa, pero

también hay que tener en cuenta que Id sociedad

de esta época empleaba al esclavo como

un elemento de o~t ent a c ióny~ p~o.s iblemente

parte de ellos no se utilizaba como mano de

obra útil en la producción.

Respecto a su origen hay quc distintiguir

entre aquéllos de los que sólo se menciona

que son esclavos y los bozales. Del primer

grupo. probablemente tengan un origen africano,

aunque también una cantidad importante

de los cautivos habían nacido en la Isla.

Por otro lado tcncmos a los bozales que son

aquellos cautivos traídos recientemente de

África y no conocen nuestra lengua, en total

suman 37 y que representa el 13'1 por ciento

respecto al conliinto de esclavos, lo que permite

afirmar que a finales del siglo XVIl la entrada

de esclavos a !a Isla sigue siendo importante.

También señalar que en el padrón se

menciona la cxistcncia dc un mulato, aunque

no lo hemos incluido en este grupo por espe-

~ificarseq ue es libre.

Como se puede observar en la pirámide

de edad del conjunto de los esclavos (fig 1V)

existe una csex ratio» favorable a los hombres

cn cdadcs comprendidas entre los 5 a 15

años, debido, posiblemente, a que al propietario

le interesaba más la rndno de obra esclava

masciilina, adquiriéndolos incluso con corta

edad pues repercutia en e! preci~ de !a

<pieza) por incluirse en el mismo los gastos

dc crianza

Sin erribargo, cnrrc los 30 a 45 años la csex

ratiou es favorable a las esclavas. quienes eran

utilizadas, con frecuencia, para el servicio doméstico

e incluso para la procreación, lo que

permitía al dueño elevar su número de cautivos.

A partir de los 45 años se produce un estrechamiento

de la pirámide aunque sigue

siendo importante el porcentaje de esclavos

entre los 60 y 65 arios. que puede estar relacionado,

cómo indicábamos anteriormente, con la

emigración a otras tierras de los criados.

En general, las personas solían posecr entre

1 y 3 esclavos, a partir de esta cantidad disminuye

el número de propietarios, aunque no

hay que desdeñar a los propietarios que poseen

entre 5 y 7 esclavos que hacen un total

de 18 y están concentrados en 7 personas. Sin

embargo destacamos a aquéllos que poseen

entre 8 y 11 esclavos: Don Dicgo Ponce, 8 esclavos,

Magdalena Batista, 9 esclavos; Don Miguel

Arigulo. 9 y el canónigo Puertas, 1 1 esclavos.

E11 relación a lcis esclavos bozales, a través

de la pirámide de edad ( f i g . V) podemos apreciar

quc el mayor porcentaje sc concentra en

las mujeres cuya edad oscila cntrc los 20 y 35

años, es decir, la edad que más beneficio reporta

a sus dueños en cuanto a fortaleza y fertilidad

A partir de esta edad la pirámide se extrecha

no sobrepasando la edad de 55 años,

en realidad entre los 4 5 a 55 años sólo existe 1

esclavo bozal y 3 esclavas bozales.

La población de Veaueta [Las Palmas de Gran Canaria) a finales del siglo XVIl 77

Figura V

Pirámide de población de esclavos bazales

de Vegueta, 1679

O 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55

Mbjeres Edadcs

m Varcnes

Figura VI

Pirámide de población de soldados de Vegueta, 1679

5 10 ?O 70 40 50 60 70 80 90

%, Cfccii,,os Edades b, Ou~ncuenalec

78 Benedicta Rivero Suárez

Los soldados

La presencia de la Infantería en Canarias data

de 1590. y al año siguiente Felipe 11 mandó por

R.C. que estos soldados tueran alojados en

casas de los naturales de la Isla para evitar los

desórdenes que cometían por no habérseles

designado alojamiento a su llegada. Al parecer,

al principio del siglo XViIi ya existía gente

de guerra en la Isla por lo que se solicita por el

Cabildo que la dehesa de Tamaraceite. que se

había entregado en propios para el soctenimiento

de los soldados del presidio, repercutiera

en dicha institución2?. Esta situación ya

se prirlwfa desde fina!es de! siglo m!! pues a

través del padrón hemos podido comprobar

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sin cias~t~car

que de los 47 soldados que habitan en Vegueta

38 de ellos residen en su propia casa, mientras

que los 5 restantes lo hacen en casas particulares

e incluso uno de ellos en casa de

otro soldado, sin que exista ningún tipo de indicios

de que les una alguna relación familiar.

En la pirámide de edad correspondiente a

los soldados (fig.VI), podemos comprobar que

el mayor porcentaje de los mismos se encuentran

concentrados entre los 30 y 65 años, aunque

cómo se puede observar el hombre ingresa

en la milicia a partir de los 20 años continuando

en dicha actividad hasta su fallecimiente,

pues en e! par'rsn cenrta !2 presencia

de un soldado de 80 años.

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17 H t r i u t a ~P iouL. A #Lluvias, sequías y plagas en la

histor:a de Gran Canarian Rzvista Aguayro no. 107 Las

Palmas de Gran Canaria, 1970

18 TORK%LN ~ TANA, E LU6 urgue)íu nlertuntii de iaj Canarias

Orienteles 1 I 600- i 62 5). Las Palmas de Gran Canaria,

1991, pp 115-141

19 Constituciones del obispo Murga, op cit. pp 253-254

20 Loso C A B K ~ hRl ~L~a, e jclavitud en Im Cmni(1.10~r~:e rilaies

en el siglo XVl (negros, moros y ~noric~osL)a s Palmas de

Gran Canaria 1982

2 1 LOBOC ABRERMA ,y D~AHZE RNÁNDERZ.a, rt cit. p 157

2 2 LoBu CABiitW, hl y Dhz H~K~ÁNER z ,a rt cil., p 159.

23 SUÁREZG RIMOVN., aPropios ). realengos en Gran Canaria

en el siglo XVllla 111 Coloquio Canario Amuricano,

pp 123-LLY