Rodríguez Marín, Francisco José
La ciudad silenciada. Los cementerios de Málaga.
Historia del Arte en Málaga. Volumne 17,
Prensa Mallagueña, Málaga, 2011, 138 pp.
ISBN:978-84-614-9894-9.
Manuel Ramírez Sánchez
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
mramirez@dch.ulpgc.es
Cuando a comienzos de los años
ochenta James Stevens Curl publicó su monografía
A celebration of Death. An introduction
to some of the buildings, monuments and
settings of funerary architecture in the Western
European tradition (London, 1980), pocos podían
imaginar que, varias décadas más tarde,
el interés por los espacios y arquitecturas funerarias,
tanto antiguas como contemporáneas,
experimentaría un auge en Europa como el
que hemos vivido en los últimos años. Fruto
de este interés histórico, pero también patrimonial
que poseen nuestros cementerios contemporáneos,
desde hace años asistimos a la
publicación de numerosos trabajos dedicados
al estudio de los espacios de la muerte, desde
diversas perspectivas, que van desde la antropología
a la historia, pasando por los aspectos
literarios, religiosos o artísticos. Nuestro país
no ha sido ajeno a estas publicaciones y, en
los últimos años, han visto la luz interesantes
estudios dedicados a los cementerios españoles.
A estas obras se ha sumado, recientemente,
un documentado estudio dedicado a
los cementerios contemporáneos de Málaga,
que describe con todo lujo de detalles los valores
históricos y artísticos de las necrópolis de
esta provincia de la Andalucía oriental.
Su autor, profesor titular de Historia
del Arte en la Universidad de Málaga, es un reconocido
experto en el estudio de los cementerios
patrimoniales en España. Desde que en
1996 viera la luz su estudio sobre la evolución
artística e histórica de los conventos malagueños,
aspecto éste sobre el que versó su tesis
doctoral, leída en la Universidad de Málaga
un año antes, ha publicado media docena de
libros sobre aspectos diversos relacionados
con la Historia del Arte y el patrimonio artístico
de Málaga y su provincia. A estos títulos se
suma esta contribución que reseñamos aquí,
publicada en la colección dedicada a la Historia
del Arte de Málaga, editada por el diario
Sur de Málaga, en la que han colaborado un
amplio plantel de investigadores de la universidad
malacitana. Desde 1997 es director de
Vegueta. Número 12. Año 2012
Anuario de la Facultad de Geografía e Historia
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
ISSN 1133-598X. Páginas 90 a 92
V
ISSN 1133-598X · Vegueta·12/2012 · página 91
siguiente capítulo está dedicado a los cementerios
de la comarca de la Axarquía, de gran
singularidad arquitectónica, cuyas sepulturas
y pasillos se encuentran cuidadosamente encalados
y adornados con macetas con flores,
“como si se tratase de una calle más del pueblo”,
en palabras del propio autor. Son los cementerios
de Vélez-Málaga, de Sayalonga, de
Frigiliana o de Macaharavieja, éste último el
único cementerio parroquial que se ha mantenido
activo en la provincia de Málaga.
Siguen los capítulos dedicados a los
cementerios de la comarca de Antequera,
entre los que se encuentran el de la propia
capital, el de Archidona, así como el cementerio
de Casabermeja, de gran singularidad y
belleza plástica, cuyos mausoleos y nicheras
fueron realizados por maestros albañiles de
la comarca, o el moderno cementerio hebreo
que se levanta a las afueras del propio pueblo;
a los cementerios singulares del valle del
Guadalhorce, entre lo que destacan el que se
encontraba dentro del deshabitado castillo de
Álora, así como los cementerios de Alhaurín
de la Torre y Coín; y a los cementerios de la
serranía de Ronda, entre los que destacan,
además del propio cementero de San Lorenzo
de Ronda, los de Ardales y Benadalid, entre
otros. El último capítulo está dedicado a los
cementerios de la Costa el Sol, entre los que
destaca el de Marbella, cuyo núcleo histórico
se ha visto desbordado por el crecimiento demográfico
de la ciudad como consecuencia
del desarrollo turístico de las últimas décadas.
Cierra la obra una completa bibliografía de
tres páginas en las que el lector puede encontrar
las referencias que le permiten profundizar
en el estudio de los cementerios malagueños,
a la vez que realizar incursiones en otros territorios
peninsulares.
Mención especial merece el amplísimo
repertorio de ilustraciones que aparecen
en casi todas las páginas de la obra, editada
en un formato lo suficientemente grande como
para que éstas luzcan con todo detalle. Unas
cuidadas ilustraciones que, convenientemente
descritas a través de sus pies, constituyen un
excelente apoyo del texto principal. Entre ellas
abundan las perspectivas generales de los cementerios
contemporáneos y los detalles de
algunas de sus sepulturas más notables, incluyendo
algunas lápidas cuyas inscripciones
poseen un indudable interés para el estudioso
de las escrituras expuestas. A falta de poder
hacer referencia aquí a varias de estas magníficas
ilustraciones me detendré en destacar
dos de ellas que aparecen a toda página en el
capítulo dedicado a los cementerios contemporáneos
de Málaga (pp. 50-51), que permiten
confrontar la influencia del modelo publila
revista cultural y científica Isla de Arriarán y
pertenece a diversas asociaciones culturales
desde donde desarrolla una labor de defensa
del patrimonio. En los últimos años ha organizado
diversos congresos científicos sobre los
cementerios patrimoniales españoles. Precisamente
el último de ellos, organizado en colaboración
con la profesora Alicia Marchant Rivera,
se celebró en la Universidad de Málaga
en octubre de 2011 y sus actas se encuentran
actualmente en prensa.
El libro está estructurado en ocho capítulos,
en los que el autor expone los aspectos
más destacados de los cementerios de la
provincia de Málaga, desde los comienzos de
su historia hasta la actualidad. El primero de
ellos, titulado “Historia y tradición de la práctica
funeraria” es una magnífica síntesis de las
prácticas funerarias desde la Prehistoria hasta
el siglo xix, a través de la cual los lectores del
libro pueden conocer la evolución en el ritual
y en la propia concepción de la muerte y de
la articulación de los espacios funerarios en la
provincia, a partir de los más recientes estudios
arqueológicos realizados en diversos yacimientos
de la provincia e, incluso, en la propia
capital malacitana. Sigue a éste el capítulo
titulado “Valores patrimoniales en los cementerios
tradicionales”, en el que analiza el valor
antropológico de la práctica funeraria, aportando
interesantes informaciones procedentes
de la provincia, así como la significación de los
espacios funerarios como patrimonio histórico
y cultural, un aspecto éste en el que el autor
ha realizado una dilatada actividad investigadora.
Centrado el objeto de estudio, los capítulos
siguientes van desgranando el valor
histórico, artístico y patrimonial de los cementerios
significativos de la provincia de Málaga,
empezando por los cementerios contemporáneos
de la capital, a los que dedica el tercer
capítulo de la obra. A través de la amena
escritura de la que hace gala el autor, nos
adentramos en los antecedentes y evolución
histórica de los principales cementerios capitalinos,
como el cementerio histórico de San
Miguel —a cuyo estudio y protección el autor
ha dedicado tantos años de trabajo—, el cementerio
inglés —que en el momento de escribir
estas líneas acaba de recibir el máximo
grado de protección patrimonial, al ser catalogado
por la Junta de Andalucía como Bien
de Interés Cultural—, el cementerio de San
Rafael —en cuyos terrenos fueron sepultados
los represaliados de la guerra civil y de
la posguerra, cuyas fosas han sido excavadas
en los últimos años—, así como otros menos
conocidos, como el cementerio israelita que
en su día estuvo adosado al de San Rafael. El
ISSN 1133-598X · Vegueta·12/2012 · página 92 cado en París por César Daly en 1871, en el
diseño del mausoleo de Casimiro Fernández,
realizado por el arquitecto Gerónimo Cuervo
González (1835-1898), que aún se puede en
el Cementerio de San Miguel.
En definitiva, se trata de un libro de
lectura obligada para todos aquellos estudiosos
de los cementerios significativos españoles,
que tienen en la provincia de Málaga
una buena representación de necrópolis que
testimonian las diferencias entre los cementerios
urbanos y los rurales, así como la evolución
del ritual funerario en nuestra sociedad
contemporánea, cuyo conocimiento es un
paso previo y absolutamente necesario para
garantizar su protección y salvaguarda para
las próximas generaciones. Las ciudades silenciadas
de la provincia de Málaga, en suma,
tienen voz propia a través de este magnífico
trabajo del profesor Francisco José Rodríguez
Marín, que sitúa a las necrópolis de este territorio
de la Andalucía oriental entre los mejor
estudiados de la geografía andaluza y, por extensión,
española.
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